domingo, 14 de diciembre de 2014

VEINTE SENEGALESES OBTIENEN UNA BECA ESCOLAR, DE 150 EUROS, DE LA FUNDACIÓN POLARIS WORLD

Puede parecer una cantidad relativamente insignificante, pero los 150 euros de las becas que la Fundación Polaris World ha concedido a 20 alumnos de formación profesional de la escuela salesiana de Thiès en Senegal representa la diferencia esencial entre seguir estudiando para completar unos estudios con una salida laboral digna o abandonarlos para terminar en la calle, sin trabajo, o peor aún, en un cayuco destino del supuesto paraíso europeo, en la feliz hipótesis de que el trayecto marino no termine en tragedia.

Se trata de la undécima tanda de becas que durante los últimos años ha otorgado la Fundación Polaris World, siempre con cantidades muy similares, entre 2.000 y 3.000 euros. Todas ellas han ido destinadas a alumnos de formación profesional en Senegal o Mali.

En este caso, los 20 alumnos, entre los que hay cinco mujeres, son estudiantes de mecánica o electricidad, la mayoría de los primeros cursos, aunque también hay alguno de cuarto, el último antes de graduarse. Los gastos de escolarización de cada uno de los alumnos se sitúan en torno a los 269 euros para el curso completo. En este caso, la Fundación Polaris World aporta unos 150 destinados para gastos de escolarización (material escolar, matrícula y otros), si bien el transporte y la alimentación correrán siempre a cargo de los propios alumnos.

Aunque el establecimiento está regido por la congregación salesiana, el criterio de otorgamiento de las becas, se ha basado estrictamente, lejos de cualquier adscripción religiosa, en ayudar a los más necesitados. Desde alumnos cuyos padres carecen completamente de recursos financieros, ellos mismos se costean parte de los gastos con su trabajo fuera del horario escolar, hasta otros que proceden de aldeas muy alejadas de Thies, con lo que la financiación necesaria para proseguir la carrera se incrementa considerablemente. Algunos alumnos proceden de Dakar, la capital del país, pero otros vienen de Casamance, Fandène, Tamba o Kaolack.


Julienne, Monique, Clotilde y Aissatou, Nogaye, son las cinco alumnas, las tres primeras de la rama de electricidad, mientras que las dos últimas hacen mecánica, mientras que la edad de los alumnos va desde los 16 a los veinte años.

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