viernes, 23 de octubre de 2015

ESCUELA DE EGUELA: ME CASO CON ESTA TIERRA Y AQUÍ VIVIRÉ PARA SIEMPRE

Hace muchos, muchos años, un campesino dogón caminaba por la meseta áspera y desértica de Bandiagara, en Mali, no muy lejos de lo que hoy es la frontera de Burkina Faso. El buen hombre recorría aquellos parajes rocosos e inhóspitos esperando encontrar una tierra mínimamente fértil que cultivar. Al llegar al sitio que hoy ocupa la aldea de la que hablamos consideró que era el lugar ideal para asentarse y decidió llamarla Eguela. En efecto, apreció aquella tierra como si fuera una esposa, alguien con la que vivir para siempre. Un lugar ideal para amarlo. Como un novio que quiere vivir siempre al lado de su amada. Para siempre. De hecho, en dogón, la lengua local, Eguela significa: “me caso con esta tierra y aquí viviré para siempre”. Entre los dogones, la naturaleza desempeña un aspecto esencial de la cosmogonía y del sentido de la vida. Es considerada como una esposa a la que hay que proteger, ser fiel y cuidar. Como es tradicional en esta zona de África, los nombres siempre llevan consigo una tradición oral que puede rastrearse hasta la fundación, en tiempos remotos, de la propia aldea.

Grandes aficionados a las tradiciones orales, así es como cuentan los dogones de Eguela el origen de su pueblo. Es aquí donde la Fundación Polaris World comenzará, en los días venideros, su próximo proyecto. Similar a los que la Fundación Polaris World ha llevado a cabo últimamente en la misma zona.

Consiste en la construcción de tres aulas que reemplazarán los cobertizos (imágenes de la escuela actual en este enlace) donde los alumnos reciben actualmente clase. También se construirá una pequeña oficina para el director, local que, al mismo tiempo, servirá para guardar un material precioso para los estudiantes: libros y material escolar que se van heredando de curso en curso. Para completar las instalaciones, se contará con bloque de tres letrinas, indispensables para la higiene y mejora de las condiciones sanitarias de los numerosos alumnos. A fin de abaratar los costes de la construcción, los habitantes del lugar aportarán su mano de obra en tareas no especializadas, además de ofrecer alojamiento y manutención, siguiendo la tradición local a la cuadrilla de albañiles.

Todas las paredes exteriores de los tres edificios estarán revestidas de la piedra local, blanca y ocre, que será tallada, en parte, por los propios lugareños. Situada en la altiplanicie de Bandiagara, uno de los requisitos exigidos al constructor es que conserve el medio ambiente y el entorno paisajístico de la comarca usando material extraído en la zona, de modo que las nuevas instalaciones no desentonen de las tradicionales construcciones rurales, todas en piedra tallada.

Los beneficiarios directos del proyecto serán los 416 alumnos matriculados para el curso escolar que acaba de comenzar. Además de Enguela, muchos alumnos provienen de las aldeas vecinas como Komidolen et Wendjinkoro, Sansogou, Erinbo, Koroubo, Amanambo Komo, Bodio, Parou, Goren Grensogou, Dimeye Simikanda, Mounambomdo. Sólamente el pueblo de Eguela cuenta con 2.300 habitantes.

Eguela, junto con otras 23 aldeas, conforman el municipio rural de Bara-Sara. La pluviometría anual se sitúa en torno a los 400 mm. El problema es que durante la estación seca, de entre 8-9 meses, no cae ni una sola gota de agua, por lo que la estación lluviosa, tres meses a partir de junio, tiene que ser aprovechada al máximo para la siembra del mijo, el alimento principal. Con todo y con eso, debido a la extrema sequedad, el suministro alimentario a lo largo del año no está asegurado. Aunque la mayoría de los habitantes son de etnia dogón, también viven la región algunas familias peulh (pastores trashumantes). En cuanto a la religión, hay una mayoría de animistas, algunos musulmanes y ciertos cristianos, sin que haya ningún problema de convivencia.

La escuela permitirá, de manera muy directa, mejorar la calidad de la enseñanza y evitar la emigración de los jóvenes, bien hacia las ciudades más grandes, o lo que es peor, embarcarse en travesías peligrosas e interminables hasta Europa.

Una vez construida la escuela, el Comité Escolar, compuesto por el director y algunos padres de alumnos se ha comprometido a mantener en las mejores condiciones posibles las instalaciones. El coste total del proyecto se sitúa en torno a los 40.000 euros. No obstante, con la aportación en huebra de los habitantes del lugar el costo final se rebajará hasta los 36.800 euros, cantidad que aportará en su totalidad la Fundación Polaris World. Se prevé que la construcción, que comenzará en unos días, una vez acarreado parte del material, tardará unos cuatro meses en finalizarse.

Puedes colaborar a la construcción de la Escuela de Eguela adquiriendo un décimo de la Lotería de Navidad por valor de 25 euros. Puedes consultar los detalles aquí.



lunes, 5 de octubre de 2015

LA ESCUELA DEL BÚHO EN EL AGUJERO DEL BAOBAB CASI LISTA PARA ACOGER A LOS ALUMNOS

Nos llegan excelentes noticias de Adounakambé, en Mali, donde la Fundación Polaris World está finalizando estos días su penúltimo proyecto –del último hablaremos en una próxima entrada- con la apertura de la flamante escuela, cuyas imágenes de hace unos días indican que en los próximos días, una vez que los albañiles terminen con los últimos flecos, podrá acoger a los alumnos, algunos de los cuales también, como se ve en las imágenes (pulsando en este enlace) también han colaborado en la construcción.

Aunque la construcción se inició en la primavera, con la llegada de las lluvias y la necesidad de que todos los brazos de la aldea se dedicaran a la siembra y posterior recogida del mijo, el principal medio de subsistencia, las obras se pararon durante unas semanas. Una vez finalizadas las urgencias agrarias, los trabajos se han retomado con fuerza como se puede ver en las imágenes. Imágenes, por cierto, sorprendentemente plenas de verdor, algo raro en esta zona desértica, producto de las lluvias de principios de verano.

Adounakambé está en el municipio de Bondo, partido judicial de Koro, en la vecindad de la frontera con Burkina Faso. Se localiza en una extensa llanura desértica (antiguo cono de un volcán), al este de la falla de Bandiagara. Adounakambé significa en la lengua local “El búho del agujero en el baobab”.

Según la tradición local, antes de la fundación de la aldea, ya existía un baobab con un agujero en el que se guarecían los búhos. Cuando no podían cazar animales más sabrosos, los cazadores venían hasta allí para cazar búhos. De esta manera, para no volver de vacío al hogar, al menos aportaban algo al plato familiar. En un momento determinado, un cazado, acuciado por la hambruna venía con tanta frecuencia hasta el baobab que decidió quedarse allí y fundar la aldea. Es decir, que la aldea se fundó para dar de comer a los niños.

Ahora los niños son 210 que irán a la nueva escuela dispondrán de unos medios modestos pero adecuados para ejercer su derecho al aprendizaje. A comparar, también en las imágenes de nuestro álbum fotográfico, con las miserables instalaciones que han usado hasta ahora.

Éste nuevo proyecto de la Fundación Polaris World, conformado por tres aulas, tres letrinas y un despacho del director, que al mismo tiempo hace las veces de almacén para guardar y conservar el valioso, por escaso y caro, material escolar del que disponen, ha costado en torno a los 35.000 euros. Este tipo de proyecto, la Fundación Polaris World lo ha desarrollado como una especie de modelo, habiendo completado, en la región, una docena de equipamientos similares. El más parecido, construcción en adobe, es la Escuela de Patin, realizada por la Fundación Polaris en 2011.


La mejora de las instalaciones, obviamente, mejorará la calidad de la enseñanza escolar y permitirá que los maestros lleven a cabo sus tareas en condiciones incomparablemente mejores. Al mismo tiempo, con la mejora de las instalaciones, aumentará la escolarización de la aldea y otras de alrededor. En Adounokambé viven en armonía cristianos, musulmanes y animistas (religión tradicional). La mayor parte de la población vive de agricultura de subsistencia (etnia dogón), si bien, hay una minoría de pastores trashumantes (etnia peulh).