miércoles, 30 de enero de 2013

EL TRACTOR AZUL: DE CARTAGENA A MORIBABOUGOU


El tractor en desuso donado por el Ayuntamiento de Cartagena a la Fundación Polaris World en 2011, ha reencontrado una utilísima y eficaz vida, desde hace unos meses, con los alumnos de escuela de formación profesional Père Michel, regida por los salesianos en Bamako, la capital maliense, donde está siendo usado para labores de aprendizaje y tareas agrarias en la granja de Moribabougou, a una treintena de kilómetros de la capital. Tras ser remozado por los chavales de otra escuela profesional, la de Los Dolores de Cartagena,  fue enviado por contenedor 10 octubre 2011, y tras no pocas peripecias en el transporte y aduaneras, se puso a disposición de los alumnos el año pasado.

El tractor está resultando una herramienta esencial para los alumnos que así disponen, de manera práctica y real, de una herramienta de trabajo, todavía no muy extendida en el país, por la falta de medios económicos, pero esencial para que la agricultura dé un salto de cantidad y calidad en el país. Durante las clases prácticas, el tractor es usado para el aprendizaje de, entre otros aspectos: arada, enganche de remolques y extracción de agua desde el cercano Níger con una bomba de riego, transporte de mercancías, mecánica en general, mantenimiento del motor, etcétera.

El Centro de Formación Profesional Père Michel en Bamako, Mali, fue fundado en los años 50 por un padre Blanco carismático, el Padre Bruno Michel, con una inclinación muy marcada por la educación, y la formación técnica. El era técnico electricista, y quiso poner en marcha una institución de Iglesia que garantizara la formación técnica, humana, y religiosa de los alumnos. Ese Centro formó una generación de técnicos que ocuparon lugares destacados en la administración y las empresas malienses. El Centro Père Michel era una referencia. El único Centro de formación profesional Técnica que dirigía la Iglesia en el país, y uno de los pocos que existían en la época.

A mediados de la década de los ochenta los Padres Blancos que habían heredado esta iniciativa, al saber que los salesianos estaban establecidos en el Malí, les propusieron ocuparse de este centro profesional que comenzaba a ser un problema para ellos, más llamados a la primera evangelización que a la formación técnica. Los primeros salesianos de la región de Levante (Valencia y Murcia) se hicieron cargo del mismo a partir de entonces.

Cada año, unos 300 alumnos reciben una formación reglada, es decir, la conclusión de los estudios finaliza con el examen de Reválida nacional, donde el porcentaje de alumnos que lo pasan suele ser muy alto. Centrado en la Formación Profesional, se estudian ramas de mecánica, soldadura, electricidad, informática y agricultura.

Precisamente en relación a la capacitación técnica agraria, el Centro Père Michel dispone de una finca en Moribabougou, situada a unos 30 kilómetros de Bamako, donde los alumnos, dos veces por semana, reciben formación práctica, tanto en el uso de herramientas (arados, sembradura, riego, tractor) como principios elementales de ganadería (disponen de una pequeña explotación de gallinas).

Una de las ventajas de esta formación técnica agraria, apenas existente en el resto del país, pese a que buena parte de la población vive de la agricultura, es su nivel elevado (bien que adaptado a las necesidades de los alumnos) y el efecto multiplicador que obtiene, ya que los alumnos proceden de todas las regiones del país. Resulta frecuente, durante los viajes de revisión de los diferentes proyectos efectuados por la Fundación Polaris, encontrarse con alumnos que han recibido la formación agraria en el Centre Père Michel de Bamako.

A lo largo de los años, los alumnos, con escasos recursos económicos, han recibido el apoyo financiero de diferentes organismos españoles, entre otros, del Gobierno de Navarra, la ONG Amigos de Mali (Torrepacheco) y la Fundación Polaris World. Principalmente en la forma de becas con asignaciones económicas para manutención, transporte y, ocasionalmente, alojamiento, dado que algunos alumnos residen en el propio internado de los salesianos en Bamako.

En la última reunión  ordinaria (5 octubre 2012), el Patronato de la Fundación Polaris World manifestó el deseo de que se transmitiera oficialmente al Ayuntamiento de Cartagena, en nombre de la propia Fundación, pero también del Centro de Formación Profesional del Centre Père Michel y sus alumnos, el agradecimiento por la donación del tractor que para ellos constituye una herramienta de formación esencial. Esta donación se suma a una previa de bicicletas (11 mayo 2010), enviadas a Togo. 

miércoles, 23 de enero de 2013

BUENAS NOTICIAS, DENTRO DE LO QUE CABE, DESDE MALI


Durante los últimos días los medios de comunicación han difundido por activa y pasiva las dificultades por las que está pasando el pueblo de Mali, inmerso, desgraciadamente, en una guerra cuyas consecuencias están por ver. El periódico La Verdad de Murcia nos contactó, como a nuestros amigos de "Amigos de Mali", para saber en qué situación se encontraban los proyectos que la Fundación ha desarrollado en el país durante los últimos años. Afortunadamente, dentro de la pésima situación del país, los proyectos que la Fundación ha ejecutado durante los últimos años no han sufrido especial deterioro. Más que nada por encontrarse en zonas rurales y muy aisladas, sin ningún valor estratégico para los combatientes de uno u otro bando.

Con la excepción, que no es pequeña, de la Escuela Maternal de Gao, que ya en la primavera pasada había sido arrasada por islamistas fanáticos. Dentro de la desgracia de los desperfectos materiales, que más tarde o más pronto podrán recuperarse, el problema es que las monjas españolas que regentaban la escuela tuvieron que huir a toda prisa para salvar su vida. Los niños, cuyo único lugar para el aprendizaje de las materias básicas, como la lectura y la escritura, era las modestas instalaciones de las hermanas, quedaron desamparados.

Asimismo, teníamos previsto enviar, a principios de 2013, un contenedor con diverso material entregado por amigos y simpatizantes, en el cual estaba previsto cargar material informático de nuestros amigos de la ONG sevillana, Red Integral Solidaria, con el propósito de crear un aula informática en la ciudad de Bandiagara. Por precaución y ante las dificultades existentes, la Fundación ha preferido aplazar, temporalmente, el envío hasta que la situación se estabilice y se tenga, una cierta seguridad, de que la mercancía llegue a su destino. Otros proyectos como los pozos de supervivencia en Toyi y Okana, o el Centro de Salud Comunitaria de Golombo, o la Escuela Infantil de Nacombo, todos en territorio dogón, parte del cual está en la zona conflictiva, siguen su curso, sin que nuestros interlocutores hayan encontrado dificultades especiales. De hecho, hace unos días se terminó el proyecto del pozo de supervivencia en Erssadja.

La Fundación Polaris World ha trabajado en Mali desde el inicio de sus actividades en 2004, habiendo concentrado e intensificado sus actuaciones en el país durante los últimos tres años, de modo especial en el país Dogón, en pleno Sahara, lindando con la frontera de Burkina Faso. En total, los proyectos ejecutados o en fase de ejecución han sido 42, quedando sólo, de momento, 4 por terminar (finalizarán previsiblemente antes del verano). Para estos 42 proyectos la Fundación Polaris World ha donado 1.120.915,03 euros.

Como uno de los requisitos de la Fundación a la hora de financiar un proyecto es que los beneficiarios pongan algo de su parte, cifra que varía notablemente según las circunstancias, la inversión total para todos los proyectos (incluyendo la financiación otorgada por la Fundación) supera los 2 millones de euros. En cuanto al número de beneficiarios, una cifra bastante complicada de aquilatar, según los cálculos de la propia Fundación Polaris, se sitúa en torno a las 200.000 personas. Por lo que concierne a la segmentación de los proyectos, considerando los objetivos de la Fundación, cabe señalar que de los 42 proyectos llevados a cabo, o en fase de finalización, 8 corresponden a escuelas infantiles en el ámbito rural, 12 actuaciones han sido en el área de sanidad, mayormente centros de salud comunitaria, para ayudas a la igualdad de la mujer se han asignado 4 proyectos, mientras que la parte más amplia ha sido para la gestión del agua, 18 actuaciones, en su mayoría pozos de supervivencia.

Estas cantidades, pueden parecer insignificantes, sobre todo si se considera la magnitud de las necesidades. En todo caso, el agradecimiento de los beneficiarios es inconmensurable, como manifiestan en cuanto tienen ocasión de hacerlo y aunque desde la distancia resulta complicado apreciar el valor y la eficacia de los proyectos ejecutados, dos aspectos han sido siempre tenidos en cuenta por el Patronato para sus actuaciones en Mali. En primer lugar, que cada euro recibido de nuestros socios y amigos se destine directa y exclusivamente a los proyectos (algo que es posible en gran parte por el apoyo logístico que siempre nos ha prestado Polaris World). En segundo lugar que, cualesquiera sea la cantidad, pequeña o grande que se ha destinado a los 42 proyectos, sirvan para las necesidades más elementales, esto es, para salvar vidas. Ni más, ni menos.

miércoles, 16 de enero de 2013

ERSSADJA (MALI): LA 'ALDEA DEL BUEN SABOR' DISFRUTA DEL AGUA EN ABUNDANCIA


« La tercera aldea que hemos visitado, ha sido Erssadja. Hemos ido directamente hasta el único pozo que posee donde nos hemos encontrado con un grupo de niños que estaban sacando, a cuentagotas, el poco agua que quedaba en el pozo. El pozo es “moderno” (anillado con hormigón armado), con una profundidad de unos 10 metros. Había un poco de agua en un riconcito del pozo, lo que aprovechaban los chavales para tirar allí sus recipientes de recogida. Cada vez extraían, aproximadamente, unos dos litros. La mitad del fondo estaba seco. Las mujeres comienzan a sacar el agua a las dos de la mañana. La aldea, según pude comprobar, tiene un problema gravísimo para acceder al agua. De hecho, según me comentaron, no les queda otro remedio que beber agua sucia con lo que las enfermedades intestinales se multiplican, más específicamente, la llamada “gusano de Guinea”. Observé que al lado del pozo hay una perforación artesiana, pero desconozco si tiene agua y en qué cantidad. El pozo se encuentra a unos 300 metros del pueblecito. No hace mucho, debido a la escasez de agua, los habitantes de Erssadja se pelearon a golpes con los de un pueblo vecino, lo que produjo numerosos heridos en ambos bandos”, escribía a la Fundación Polaris World, nuestro interlocutor en el país dogón (Mali), Abel, a principios de abril de 2012.

El compromiso adquirido por la Fundación para la excavación de un pozo en mejores condiciones, a saber, más profundo a fin de alcanzar una capa freática más profunda, pese a estar situado en un terreno muy rocoso, ha llegado a buen puerto hace una semanas. Durante la visita de nuestro amigo y colaborador Abel, el pasado 2 de enero, las obras, como puede observarse en las imágenes, estaban concluidas y se había incorporado un perímetro de protección a media altura, para evitar que los animales y la suciedad, además de la arena que vuela abundantemente en los días de tormenta, terminen por caer en el pozo. Continúa Abel: “las obras han finalizado y hay 7 metros de agua, el manantial es abundantísimo, los vecinos dicen que el pozo es “inagotable”. Todos están muy contentos y satisfechos del pozo, situado a 2 kilómetros de Erssadja, puesto que les aliviará enormemente de la carencia de agua. Estuve hablando con el jefe de la aldea para explicarle unas normas esenciales de mantenimiento y limpieza del pozo, instándole a que usen solamente éste, incluso aunque el antiguo tenga, en determinadas épocas, algo de agua”

El costo de la obra (ver segunda parte del álbum adjunto), encargada a Daniel Kene, un pocero local y veterano conocido de la Fundación Polaris World, para quien ha excavado ya media docena de pozos con un porcentaje de éxito del cien por cien, se ha elevado a 17.430 euros. A esta cantidad, como es habitual, hay que añadir unos 1.500 euros aportados por los propios lugareños, además de su colaboración en las diversas tareas de construcción, más alojamiento y manutención, como dicta la tradición, de los poceros. Erssadja, cuya traducción literal al castellano significa “la tierra del buen sabor”, podrá degustar, a partir de ahora, de agua en abundancia y en las condiciones sanitarias adecuadas.