domingo, 30 de diciembre de 2012

TREINTA Y DOS ALUMNOS DE FORMACIÓN PROFESIONAL BECADOS POR LA FUNDACIÓN POLARIS EN BAMAKO (MALÍ)

Alumnos practicando deporte (Imagen: RSM)

Mamadou, Ousmane, Dramme, Kalifa Emma, Abdoul Karim, Fidele, Alassane y Jean son los nombres propios que, hasta un total de 32 alumnos, han recibido para este curso escolar el apoyo financiero de la Fundación Polaris World en cuanto estudiantes del Centro de Formación Profesional Père Michel, regido por los salesianos en Bamako, la capital de Mali.

Aunque la Fundación Polaris ha otorgado estas becas durante los últimos años por valor de 3.000 euros, dadas las especiales circunstancias que vive el país, con especial incidencia entre los jóvenes (algunos de ellos han preferido abandonar sus estudios y alistarse en las milicias populares) y las enormes dificultades que están encontrando para continuar sus estudios, de forma excepcional, el Patronato de la Fundación decidió elevar este año su aportación hasta los 6.000 euros.

Las becas se han repartido entre los alumnos de forma diferente, dependiendo de sus circunstancias particulares, para atender a gastos de escolaridad, alojamiento, alimentación, transporte y otros. Según el P. Felipe Aparicio, administrador del colegio “este año nos hemos visto desbordados por los que vienen con lo puesto o que deberían retirarse porque no tendrían ni comida ni para pagar el alojamiento (en el internado) o una otra casa para dormir, hay otros que debemos darles algo para que puedan venir y volver a casa que no está cerca, para otros les hemos tenido que comprar cuadernos y bolis para que puedan asistir a clase, mientras que para otros hemos adquirido  zapatos y jerseys para el fresco, en invierno, las temperaturas no son tan altas”.

Como la modesta aportación de la Fundación Polaris no ha sido suficiente, los salesianos han aportado otros 3.000 euros para alcanzar los, aproximadamente, 9.000 euros que han sido necesarios para financiar las becas de los 32 alumnos seleccionados, atendiendo también, como es natural, a su aplicación académica. La beca, de alguna manera, representa una compensación para los más necesitados que, además, son buenos estudiantes.

El Centre Père Michel posee una larga tradición académica en la ciudad y es muy conocido en todo el país dado que muchos estudiantes, una vez finalizada la formación profesional, regresan a sus lugares de origen. No es raro, por ejemplo, encontrarse en Bandiagara, a unos 800 kilómetros, con un mecánico de coches que agradecido por la formación recibida repare, de manera gratuita, el pinchazo del “jeep” del Centre Père Michel en desplazamiento por la zona.

Alumnos realizando prácticas agrarias (Imagen: FSM)
Otros dos organismos españoles, Amigos de Mali y Red Integral Solidaria apoyan a los estudiantes con diferentes aportaciones económicas, o como es el caso de la sevillana Red Solidaria mediante la instalación de una flamante sala de informática. Los más de cuatrocientos alumnos realizan estudios de mecánica,  electricidad, soldadura y agricultura. Precisamente para la formación de los estudiantes en técnicas agrarias el Ayuntamiento de Cartagena cedió el año pasado un tractor usado para rastrillar las playas de La Manga que ahora es usado para las prácticas de algunos de los alumnos becados en la granja de Moribabogou, situada a unos 30 kilómetros de Bamako.

martes, 18 de diciembre de 2012

EL POZO DE LA “NUEVA LUNA” (MALI): PRIMEROS CENTÍMETROS EXCAVADOS EN LA SABANA SAHARIANA


Como toda actividad comunitaria llevada a cabo entre los dogones, la etnia mayoritaria a Okana (Nueva Luna) se comienza por una ceremonia donde se mezclan los aspectos civiles y religiosos y en la que participan todos los habitantes del pueblo. En este caso, la ceremonia comunitaria es la señalización para la excavación de un pozo, trabajo coordinado por la Fundación Polaris World, denominado de “gran diámetro”, financiado en su totalidad (unos 11.000 euros) por un grupo de amigos de Los Dolores, en Cartagena.

Como se puede observar en las imágenes llegadas recientemente, los más ancianos del lugar discuten y debaten, sentados en torno a un árbol, el lugar ideal para la excavación del pozo. No sin que antes el zahorí, en muchas ocasiones coincide con la persona de más edad, haya indicado el lugar que él considera más propicio para encontrar agua. Así pues, la elección del punto exacto para iniciar la obra se apoya tanto en la experiencia de la edad, como en la invocación a los espíritus protectores, que en la religión animista dogón conforman un panteón notablemente complejo. En este caso, el punto elegido se sitúa muy cerca del antiguo pozo tradicional (por contraposición al pozo de “gran diámetro”), fácilmente distinguible por el arco que forman unas gruesas ramas de árbol nudosas y curvas que, dada la poca profundidad, es en realidad un aljibe para recoger el agua en la época de lluvias.

En cualquier caso, es evidente, que la certeza no es total, aunque hasta el presente, por fortuna, los pozos ejecutados por la Fundación Polaris, una veintena en los últimos dos años, se han saldado con un porcentaje de aciertos del 100%. Bien los chamanes han sido muy receptivos a la inspiración divina, bien la experiencia de los ancianos en las diversas aldeas ha resultado imbatible. O quizá ambas cosas a la vez.

Impetrado, acordado, elegido el sitio –según los poceros, formado por un pequeño grupo de profesionales que se encargan de la excavación en sí, una vez que la gente local ha señalado el dónde- calculan, y raramente se equivocan, encontrar agua en torno a los 45 metros de profundidad. Si todo va bien, anillarán con cemento armado los primeros metros, para que no se derrumbe, dado que el terreno es muy arenoso y protegerán la abertura con un brocal de un metro, dotado de una polea para extraer el agua.

Pero antes de que los poceros profesionales empiecen a excavar realmente, los habitantes de la aldea se arremolinan alrededor del sitio elegido. En un círculo casi perfecto, trazado con una azada, se suceden el chamán (ogón), la persona más anciana de la aldea y el responsable municipal, que ejerce las funciones de alcalde. Normalmente, como es el caso y se puede apreciar por las imágenes, ahora están en la estación seca, no volverá a llover hasta junio, ni una sóla gota. Previsiblemente, si todo va bien, antes de que acabe el período de sequía, en un par de lunas nuevas, Okana dispondrá de un pozo en condiciones. Sólo quedará, entonces, que el grupo de amigos de Los Dolores decida qué nombre otorgar al pozo. Aunque casi se podría adivinar… El círculo en la arena está marcado. ¡A excavar!

jueves, 13 de diciembre de 2012

POZO DE SUPERVIVENCIA EN ERDSADJA: LA ALDEA DEL "BUEN SABOR"


Érase una vez dos hermanos que buscaban, cada uno por su lado, el lugar idóneo para vivir, un sitio donde asentarse, con disponibilidad de tierras cultivables, agua fresca y caza abundante. El benjamín encontró un sitio que le pareció muy apropiado. Tomó un puñado de tierra del suelo, al lado de un arroyuelo, y la paladeó con la punta de la lengua. Al poco tiempo vino su hermano mayor, a quien le anunció que “este lugar tiene buen sabor (Ersadja); es un lugar agradable para vivir porque tiene lo esencial: la tierra, el agua y la caza, deberíamos quedarnos aquí mismo y no buscar más”. Así que los dos hermanos decidieron asentarse en aquel lugar y la naciente aldea se quedó con el nombre de Erdsadja.

Desgraciadamente, el arroyo que llevaba el agua cristalina, hace muchos años que dejó de correr. Cuando eso ocurrió, los habitantes lograron sobrevivir, sobreviven, de hecho, excavando un pozo en la arena del antiguo cauce, donde a unos diez metros, en la época seca, todavía se conserva una pequeña capa freática, la cual, obviamente, no reúne ni las condiciones sanitarias adecuadas, ni tiene para nada el caudal adecuado para la población actual. Además, el pozo, más bien una poza que recoge las aguas durante la época lluviosa, termina por derruirse cada año. Los habitantes de Erdsadja afirman que, en cualquier caso, no pueden cavar más de 10 0 12 metros con los utensilios de que disponen.

Hace medio año, la Fundación Polaris World, tras la solicitud del alcalde, Bureima Sagare, decidió financiar la excavación de un pozo en condiciones adecuadas de salubridad, de unos 35 metros para que dispusieran de agua todo el año, dotado de anillos de cemento armado para que no se hundiera y brocal para mejorar la limpieza de los alrededores y del propio pozo. El costo de la obra, encargada a Daniel Kene, un pocero local y veterano conocido de la Fundación Polaris World, para quien ha excavado ya media docena de pozos con un porcentaje de éxito del cien por cien, se elevará, cuando esté finalizada, a 17.430 euros. A esta cantidad, como es habitual, se añaden unos 1.500 euros aportados por los propios lugareños, además de su colaboración en las diversas tareas de construcción, más alojamiento y manutención, como dicta la tradición, de los poceros. La obra, comenzada con el final de la época de las lluvias, mediados de septiembre, estará terminada para el nuevo año.

El pueblo de Erdsadja se encuentra en la meseta de Bandiagara, centro de Mali, en la región que hace frontera con el gran desierto del norte, ocupado en la actualidad por islamistas. El clima, de tipo saheliano semidesértico, se caracteriza por 3 estaciones: una corta estación de lluvia de cerca de 3 meses, una estación fría de 2 meses y una larga estación seca durante los 7 meses restantes del año. El pueblo está sometido a la influencia de 2 vientos: el harmatán durante la estación seca, y el monzón durante la estación de lluvia. La pluviometría media anual es de alrededor de 450-500 mm. La insuficiencia de la pluviometría y su irregular repartición en el espacio y en el tiempo ralentiza la producción agrícola. La degradación del medioambiente y sus efectos son perceptibles: desaparición de los grandes árboles, fracaso repetitivo de campañas agrícolas. La población está formada esencialmente por un 95% de dogones, la etnia mayoritaria en la zona, y una minoría de peulhs (pastores trashumantes). Sus habitantes, en condiciones siempre extremadamente precarias, se dedican a la agricultura, la ganadería, la artesanía y el pequeño comercio.

Una vez finalizada la construcción del pozo, las mujeres y los niños evitarán la ardua tarea de tener que dedicar infinidad de horas a la búsqueda del agua potable en los pueblos vecinos. Segundo aspecto, pero no menos importante, la disponibilidad de agua potable, de manera permanente, permitirá luchar contra las enfermedades derivadas de la falta de agua potable y favorecerá el modesto desarrollo económico y social de la población. Conscientes de su importancia, los habitantes de Erdsadja, la aldea del Buen Sabor, han organizado un Comité de Gestión que se responsabilizará del mantenimiento del pozo, especialmente, la limpieza del perímetro del mismo, evitando los excrementos de los animales, y de desinfectar el pozo con regularidad.

martes, 4 de diciembre de 2012

FINALIZADO, EN AZUL RADIANTE, LA REHABILITACIÓN DEL CENTRO DE SALUD DE BARAPIRELI (MALI)


Quizá haya tardado algo más de lo previsto pero, finalmente, la rehabilitación del Centro de Salud de Barapireli, en plena llanura del país dogón ha sido concluida con éxito la semana pasada. La reforma se hacía necesaria por dos razones principales, su antigüedad, que con el paso de los años le habían convertido en vetusto y, en segundo lugar, la acuciante necesidad de ampliación para servir a una comarca donde el índice de natalidad es extremadamente alto.

El proyecto, aprobado por el patronato de la Fundación Polaris World a principios de 2011, requería fondos, según la entidad solicitante, la parroquia católica de Barapireli, por encima de los 30.000 euros. Finalmente, se acordó financiar el proyecto con 11.835 euros restringiendo la ayuda a las reformas más urgentes y elementales. Durante la visita de los miembros de la Fundación a las instalaciones, en diciembre del año pasado, se pudo observar que la petición de ayuda estaba bien fundada. Incluso se debatió la idea de si no hubiera sido mejor tirarlo por completo y edificarlo de principio a fin. La decisión final, que ahora ha llegado a buen puerto, fue reconfirmar la inicial: ampliación de las instalaciones y un remozado completo de pintura, limpieza e higienización de la parte más antigua. Como se puede ver claramente por las imágenes recién llegadas, el color intensamente azul cielo, con el que se ha repintado el antiguo color ocre, muestra claramente el calado de la reforma y de las nuevas instalaciones.

El Centro de Salud, construido poco después de 1958, será, de esta manera, mucho más funcional, además de cumplir con las normas que el ministerio de Salud maliense había requerido para seguir prestando su apoyo financiero. Entre otros aspectos mejorados, se pueden señalar: renovación de la sala de espera, renovación completa de pintura, electricidad, sanitarios, techo, puertas y ventanas. Se ha aprovechado la ocasión para ampliar la maternidad, cambiar el techo de la farmacopea para aislarlo mejor, una rehabilitación completa de las salas de los enfermos (pintura, puertas, ventanas, techos). Finalmente se ha rehabilitado la fosa séptica y arreglado la cisterna de agua

El Centro de Salud Comunitario, aún en sus condiciones poco adecuadas, ofrece cobertura a una población que se extiende sobre una superficie de 8.150 km2, aproximadamente la extensión de toda la provincia de Almería. La mayor parte de la población, en torno al 90%, está constituida por agricultores, el resto son pastores. El poder adquisitivo es de mera supervivencia a través de mijo, alguna pequeña verdura y poco más.

El contexto social y político enfatiza la necesidad de mejorar la salud de los habitantes, en sus aspectos más básicos, sobre todo para las franjas más frágiles de la población: las mujeres y los niños, si bien los recursos para tales objetivos son, en la práctica, inexistentes.

Con la reforma y la ampliación el Centro de Salud Comunitario se reforzará la lucha contra el paludismo, una de las enfermedades más extendidas, y la mortalidad infantil. Al mismo tiempo, permitirá una mejor prevención, formación y eventuales análisis en la lucha contra el SIDA. El Centro, que se apoya en la parroquia para una mejor gestión, funciona con sus propios recursos: a través de modestos pagos por las consultas, venta de productos farmacéuticos y algunas donaciones del exterior. La rehabilitación del Centro de Salud permitirá su continuidad durante otros cuantos años. Casi sesenta años después falta hacía.