martes, 31 de diciembre de 2013

FUNDACIÓN POLARIS WORLD 2004-2014: CONSTRUCCIÓN COMEDOR, COCINA, LAVADERO, SALA DE ESTAR PARA INTERNOS ESCUELA FP EN SIKASSO, MALI (2)

El proyecto consistió en la creación de una infraestructura auxiliar para mejorar las condiciones de vida de 300 alumnos (de ellos 30 internos) del centro. Para ello y cumpliendo con las previsiones, se construyó y equipó un edificio de 165 m2 que resolvía los anteriores problemas de falta de higiene, riesgos sanitarios, riesgo de incendio, etc. Realizado a partir de 2004, durante una visita realizada por miembros del Patronato en 2009, se observó cómo las instalaciones seguían usándose para los fines(últimas imágenes del álbum) para los que fueron creadas, además de estar mantenidas muy adecuadamente.

El proyecto mejoró considerablemente la calidad de vida de los alumnos del centro en general, y del internado en particular. Se mejoraron las condiciones de estudio ya que los alumnos disponen, una vez que se concluyó el proyecto, de una sala de estudio, inexistente anteriormente; las condiciones higiénicas mejoraron gracias a la creación de una lavandería y de un almacén donde guardar utensilios, alimentos resistentes, de un depósito de desechos, etc. Del mismo modo, las condiciones de alimentación recibieron un notable refuerzo gracias a la creación de una cocina de carbón, donde los alumnos pueden cocinar sus platos y recibir instrucciones de higiene y de calidad de la alimentación.

En otro orden de cosas y, también como parte del proyecto, tal como se planeó, los alumnos disponen de un espacio lúdico (sala de juegos, de TV) que permite la creación de un clima educativo, complementado con la creación de una pequeña biblioteca de consulta de los alumnos que les ayuda a profundizar el aprendizaje. Tras la cocina y la sala de estar, se adecuó una sala más grande (estudio) y mejor equipada que sirve durante los fines de semana para organizar charlas, conferencias, debates, encuentros, proyección de videos, etc.

La actividad fundamental desarrollada en las instalaciones es la acogida de 35 alumnos en régimen de internado; son muchachos que vienen de lejos, que no encuentran alojamiento en la ciudad de Sikasso y que quieren aprender un oficio en el Centro de Formación Profesional “Saint Jean Bosco”; hay también muchachos pobres, sin recursos, que han sido becados por el propio centro para que puedan estudiar.

Los beneficiarios directos son 35 y los indirectos los 230 alumnos del Centro profesional. En el Centro profesional también se forman las alumnas, aunque sólo en régimen externo. De todas maneras, las alumnas participan a las actividades culturales organizadas en las instalaciones creadas por el proyecto. Estas actividades ayudan mucho a la integración de las muchachas y los muchachos.

Los alumnos internos participan en el mantenimiento de las instalaciones considerándolas su casa (foyer en francés) durante el año escolar; como son alumnos de formación profesional, ellos mismos reparan en los talleres los defectos o reparaciones de puertas, ventanas, sillas, mesas, están organizados en grupos de trabajo para la limpieza.

Los padres de alumnos participan al mantenimiento y a los gastos de agua, de electricidad, etc. pagando 62 euros por año y por alumno interno. Existe une asociación de padres de alumnos que participa a la elaboración, seguimiento y revisión del proyecto educativo del internado. Los padres son convocados a varias reuniones durante el año para sensibilizarlos respecto a sus responsabilidades respecto a la vida, el mantenimiento y los objetivos educativos del internado.

Una vez por trimestre, los alumnos internos revisan el proyecto educativo del internado, elaborado por ellos mismos y por los padres con el educador responsable. Estos temas figuran entre los objetivos de dicho proyecto, con estrategias, actividades y alumnos responsables. Las nuevas instalaciones motivaron el aumento del interés por la educación de los alumnos por parte de sus parientes. En este medio, los padres se implican poco en la educación de alumnos de esta edad, ya que en la mentalidad tradicional, estos chicos deben comenzar a tomar su vida en mano, y más que ser una carga, ayudarles. En ese sentido, el internado ha ganado en capacidad de atracción de los padres a partir del proyecto, ya que las nuevas instalaciones dan un aspecto más humano y piden una mayor responsabilizarían de todos.

Los alumnos viven su tiempo libre en el internado. Las actividades lúdicas y culturales juegan un rol importante para la creación de un clima educativo, por lo que las instalaciones, diez años después siguen desarrollando un papel importante en la tarea formativa del alumnado. La dirección del Centro profesional, bajo cuya tutela se encuentra el internado, es la responsable del cuidado general de las instalaciones. Los alumnos, al ser técnicos, desarrollan sus capacidades en electricidad y en fabricación metálica entre otras formaciones de carácter profesional.

Sin duda, las inversiones han mejorado considerablemente la calidad de vida de los alumnos del centro, ya que facilitan un acceso seguro a la alimentación, la higiene  y el orden general en el ámbito educativo y en especial para los internos.

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En 2014, la Fundación Polaris World cumplirá 10 años. Con tal motivo, comenzamos una serie histórica con los 106 proyectos llevados a cabo

jueves, 26 de diciembre de 2013

FUNDACIÓN POLARIS WORLD 2004-2014: POZO MECANIZADO EN BUOKROM, GHANA (1)

Este era el primer proyecto de la Fundación Polaris, iniciado en octubre de 2004 cuyo objetivo eran subsanar la carencia de agua potable en el colegio “Saint Marcellin Champagnat School” en Ghana. Al mismo tiempo se dotaba a las instalaciones de un sistema de almacenamiento y canalización del agua hasta los diversos puntos clave de utilización de la misma en el colegio dado que los 500 alumnos corrían riesgos de salud importantes debido a la falta de higiene. El proyecto, desarrollado con la ONG SED Maristas, congregación a la que pertenecía la entidad educativa, se basaba en tres objetivos bien claros: Perforación de un pozo que de unos 70 metros de profundidad, instalación de bomba eléctrica sumergible y la canalización del agua desde el pozo hasta los puntos de almacenamiento, y desde ahí hasta los lugares del colegio donde se requería su uso.

En aquel momento la escuela estaba constituida por tres bloques: Bloque A: 6 aulas de Infantil y 3 de Primaria, bloque B: 9 aulas de Primaria y bloque C: 7 aulas de Secundaria más tres despachos, dos servicios y sala de reprografía y material. El colegio  está ubicado en la periferia de la ciudad de Kumasi, en un área realmente pobre y privada de todo tipo de recursos. Buokrom era un poblado de la región Ashanti, absorbido por la ciudad de Kumasi. Está constituido por familias de pequeños comerciantes y agricultores que sobreviven con pequeñas huertas donde plantan cassava, yam, plantein y algunos frutales.

El hecho de no disponer de agua corriente hacía que cada día se enfrentara a un serio problema sanitario cuya única solución era la compra de bidones de agua suponiendo un gasto tremendo al colegio. El problema se acentuaba con el incremento anual de alumnos y el riesgo de contraer enfermedades era cada día más patente.

La primera perforación resultó completamente infructuosa; después de haber profundizado hasta 70 metros, no se encontró agua. De acuerdo con lo convenido por las dos partes, la empresa estaba obligada a ejecutar un segundo estudio y una segunda perforación sin que esto supusiera ningún coste adicional para el cliente. Y así se hizo. Se realizó un segundo estudio geofísico y se determinó un nuevo lugar de perforación. Se trabajó en una segunda perforación, y esta vez con éxito.

Tras la perforación, se realizaron las pruebas de bombeo necesarias (24 horas continuas de bombeo) para determinar el caudal de agua encontrado; el análisis químico del agua certificó que era potable. Una vez determinado que el pozo era una fuente viable, se completaron los revestimientos de las paredes de la perforación utilizando grava de cuarzo y otros materiales que sirven como filtro medio, y se selló la parte superior de la perforación para evitar filtraciones. Una vez establecido el canal de agua encontrado, se determinó que la bomba ideal para nuestra situación debería de ser de 1.5 hp, y no una trifásica 3hp como en principio estaba presupuestado.

La empresa MPEHI CONTRACTING WORKS fue la encargada de proporcionar la bomba, proceder a su instalación y test, así como llevar a cabo todos los trabajos eléctricos y de canalización del agua a los puntos estratégicos donde el colegio tiene necesidad de ella: tanques de almacenamiento, cocina, servicios. Se procedió a la excavación de una zanja para llevar la electricidad desde el colegio hasta la bomba ubicada dentro del pozo: unos 250 metros de distancia. Asimismo, se colocaron los controles eléctricos de la bomba en un lugar estratégico del colegio.


Se compró un poli-tanque de almacenamiento (7.500 litros) del agua, adicional al que la escuela ya tenía, y se colocó en la torre construida hace varios años para ese propósito. De ahí el agua se dirige hacia los diversos puntos de necesidad del colegio. Se canalizó el agua desde el pozo hasta los tanques de almacenamiento, después de haber excavado la zanja necesaria para  conducir las tuberías. Se canalizó el agua desde los tanques de almacenamiento hasta la cocina. Se canalizó el agua desde los tanques de almacenamiento hasta los servicios de los alumnos. Se hicieron todas las conexiones y arreglos de fontanería necesarios para que los tanques de almacenamiento distribuyan el agua con eficacia. 

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En 2014, la Fundación Polaris World cumplirá 10 años. Con tal motivo, comenzamos una serie histórica con los 106 proyectos llevados a cabo

miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA FUNDACIÓN APOYA CON BECAS A 20 ESTUDIANTES SENEGALESES DE FORMACIÓN PROFESIONAL

Cien euros por alumno al año pueden parecer una cantidad nimia, pero para los veinte alumnos del Centro de Formación Profesional de Thies, en Senegal, regido por los salesianos de esta ciudad, la tercera del país, con 275.000 habitantes, señala la línea divisoria entre el todo y la nada, entre poder continuar sus estudios o abandonarlos por completo. 

Los 2.000 euros que la Fundación Polaris World ha donado para becar a esos veinte estudiantes son continuación de las becas que se han otorgado durante los últimos 6 años, si bien en cantidades ligeramente superiores, 3.000 euros. La cifra se ha reducido este año dados los escasos recursos con los que actualmente cuenta la Fundación.

Los 20 estudiantes: Israel Coly, Aimée Manga, Agustín Mbaye, Adema Dioné, Mamadou Danko, Mami Diop, Mbacké Mbaye, Etienne Ndiolene, Antonie Mbaye, Jean David Badji, Bernardette Faye, Gabriel Mbeuge, Blaise Mgom, Serigne Fallou, Ndèye Adame Jo, Djiké Diouf, Yasaryi Diallo, Nogaye Ndiaye, Medoune Gueye, Marcel Caen Tiné siguen dos líneas de formación profesional. Una parte de entre ellos estudian para obtener el Certificado de Capacitación Profesional en la rama de electricidad. 

Esta formación dura tres años y los estudiantes son capacitados para realizar instalaciones eléctricas en la industria o en la construcción, además de poder emplearse en reparaciones y mantenimiento. La otra parte de los alumnos becados se está especializando en mecánica general, principalmente rectificación de piezas de motor, fresadoras y soldadura. Siete de los veinte alumnos son muchachas.

Las bolsas de estudios servirán para cofinanciar la escolaridad de los veinte alumnos y en una media docena de casos la modesta donación se usará para la compra de material escolar para los alumnos más necesitados. En cualquier caso, puesto que el total de la escolaridad anual se eleva a 260 euros, algo menos para los de la rama de mecánica, serán los propios alumnos quienes se las tendrán que agenciar para recabar el resto de los fondos necesarios para completar los pagos correspondientes.

Los alumnos son plenamente conscientes que los estudios de formación profesional les abren las puertas del mundo laboral en el propio país, evitando la emigración a Europa, en un mercado muy competitivo puesto que el país, aún siendo uno de los más estables y democráticos de la zona, posee una franja de población joven extremadamente alta. En la región de Thies, situada 70 kilómetros al este de Dakar, la principal industria son las minas de fosfatos y otras pequeñas industrias de carácter local.

El Centro de Formación Profesional Don Bosco de Thies, cuyo lema es “Promover la cultura de la vida e instruir para construir el país”, aparte de las ramas de mecánica general y electricidad, también ofrece cursos de carpintería metálica e informática.


Según las reglas habituales de la Fundación para este tipo de financiación, también se otorgan becas a estudiantes de formación profesional en Mali, los estudiantes deben estar perfectamente identificados, incluida foto, con nombres y apellidos, la asignación monetaria asignada con un objetivo específico y al final del curso los gestores de las becas, en este caso Theodor Rolle, director del Centro, debe informar de las notas obtenidas y los objetivos cumplidos por todos y cada uno de los becados. La mayoría de los alumnos están entre los 16 y los 19 años.

domingo, 1 de diciembre de 2013

UN AÑO DESPUÉS, LA JUVENTUD DE BANDIAGARA DISPONE DE UNA SALA DE INFORMÁTICA INTEGRAL Y SOLIDARIA

En noviembre de 2012 nos hacíamos eco del proyecto para ampliar la Sala de Informática en Bandiagara (noreste de Mali). En realidad se trataba no sólo de ampliar el equipamiento (impresora, escáner), ya que existían  como una decena de ordenadores, cuyas condiciones de mantenimiento no eran las más adecuadas, pese al empeño que habían puesto en hacerlo Pascual Kapilimba Imani, el párroco, y Jacques Guindo, el responsable directo de la sala. Se trataba de rehacer todo el proyecto impulsado hace unos años desde la propia parroquia y que había contado con el apoyo inicial de una ONG francesa.

Desde un primer momento, la Fundación Polaris World –que en este caso se ha limitado a asumir los costos de logística y de interlocución con los destinatarios finales- conto con el entusiasta y experto apoyo de la ONG sevillana Red Integral Solidaria, siendo el objetivo final dotar a la sala informática de una quincena de ordenadores, además de otros accesorios, incluido un proyector para facilitar la enseñanza conjunta de los alumnos. Red Integral Solidaria, integrada entre otros por un grupo de profesionales de la informática, se encargó de conseguir el equipamiento, no sólo los ordenadores y resto de material, sino –y no menos importante- de configurar los sistemas operativos, en francés, antivirus y programas de uso libre. Un buen ejemplo de que a diferencia de lo que ocurre en ciertas ocasiones no se usa África como basurero de material de desecho occidental, informático y de otro tipo, antes bien, los equipos podrían haber sido perfectamente utilizables en España.

La Sala de Informática de Bandiagara fue construida hace un par de años con el objetivo de responder a la necesidad, cada vez más urgente y necesaria, de la juventud local, para  un aprendizaje elemental de los programas de ofimática, además de disponer de acceso a Internet. La demanda es masiva. Con los 10 ordenadores. Que mal que bien funcionaban, se impartían cursos, en dos grupos diferentes, para hasta 60 alumnos. A veces un ordenador era compartido por tres o cuatro jóvenes. Los nuevos ordenadores y el proyector servirán, sin duda, para facilitar la enseñanza y el aprendizaje.

La enseñanza no tiene ninguna limitación por cuestiones de religión, la mayoría de los alumnos son animistas o musulmanes, ni de etnia, en su mayoría son dogones, con una minoría “peulh” (pastores trashumantes que comienzan a llevar vida sedentaria en la comarca). A los cursos, aparte de los alumnos de la escuela privada de la parroquia, acuden los de las dos escuelas públicas de la ciudad, los del instituto de bachillerato y los adultos que manifiestan deseos por aprender informática. Existe un enorme interés entre los jóvenes para acceder al mundo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

Para muchos de ellos, los conocimientos básicos en ofimática que se imparten en el centro pueden constituir una buena herramienta para acceder a un puesto de trabajo técnico en el caso, muy común, de que emigren a Bamako, la capital del país. La viabilidad del proyecto está garantizada por el gran número de jóvenes que quieren aprender. Como todo aprendizaje pide un esfuerzo, a los beneficiarios de la formación se les pedirá una pequeña cantidad de dinero con el propósito de asumir el mantenimiento del material informático y el salario de los formadores. La parroquia –cuya credibilidad en materia de gestión está más que probada- se encargara de la gestión.

Así pues, los más de treinta bultos que partieron de Sevilla en junio, salieron del puerto de Cartagena en julio, estuvieron parados por la aduana y su laberíntica burocracia en Bamako durante todo el verano, lo que propició que la idea de los responsables de Red Integral Solidaria, generosamente desplazados ellos mismos hasta Mali para finalizar la instalación, no fuera, desgraciadamente, posible. Finalmente, gracias a los desvelos de nuestro buen amigo Abel, que durante tres meses, cada jueves se encargaba de enviar un par de paquetes en el autobús de línea que cubre la ruta entre Bamako y Bandiagara (750 kilómetros), han encontrado por fin su destino y, más importante, sus destinatarios.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL “GORDO” CAYÓ POR ADELANTADO EN SOROLI (MALI)

A principios de septiembre, para nuestra campaña de difusión de la venta de la tradicional lotería navideña usamos una imagen del Centro de Salud Comunitario de Soroli. Entonces, la imagen había sido tomada a mediados del verano, las paredes estaban levantadas a media altura. En ellas se apoyaban los tradicionales andamios de madera que los albañiles estaban usando para terminar de levantar la estructura.

Hace unos días, nos han llegado las imágenes de los tres edificios terminados. Como viene siendo habitual, siguiendo un modelo recomendado por el ministerio de Sanidad del país, las instalaciones constan de un edificio destinado exclusivamente a maternidad y donde las madres tienen una cierta intimidad. Otro edificio, completamente separado, se dedica a las consultas médicas con un pequeño despacho, además de un pequeño espacio para almacenar los medicamentos, por lo general casi inexistentes o muy escasos. Finalmente, la tercera parte de las instalaciones, un poco más alejada está constituida por las letrinas. Apenas las paredes, el techo, el llamado servicio turco y un somero desagüe para alejar los excrementos de las propias letrinas. A notar, en el caso de las letrinas, la curiosa escalinata de ascenso, a fin de permitir el desagüe por gravedad, así como las puertas verdes. Por alguna extraña razón, pintadas –quizá por carencias de otros colores- en idéntico verde oliva claro que las paredes del dispensario.

Con el dispensario de Soroli, se trata de la séptima vez, todas ellas en el país dogón, noroeste del país, que la Fundación Polaris World repite el mismo modelo de edificio, poniendo especial atención a preservar el medio ambiente –aún dentro de las limitaciones de recursos disponibles- con un cuidado especial en la arquitectura y los materiales usados. En este caso la piedra lugareña, una especie de granito bicolor que los propios habitantes tallan “in situ”, como parte de su contribución a la obra.

La obra, pues ha sido terminada con notable celeridad, pese a que entre junio y septiembre, época de lluvias, los trabajos se ralentizaron. De hecho, las imágenes más recientes muestran un arbolado bien verde. Ahora concierne a los propios aldeanos gestionar y mantener el flamante edificio en las mejores condiciones posibles. Aunque esto quizá no sea lo más importante. Más esencial es incorporarse al frágil sistema sanitario de la comarca. Los usuarios de los servicios que se presten pagarán una pequeña cuota con que financiar un enfermero para la asistencia más primaria. Al mismo tiempo, el partido judicial (en este caso Bandiagara) y la maltrecha organización sanitaria estatal asumen la itinerancia de un médico, cuyos horarios y asistencia no son del todo previsibles. En cualquier caso, los habitantes de Soroli, los de “no te vendo mi parcela, permanezcamos juntos” tendrán, a partir de ahora, un centro de salud, modesto, pero digno, reuniendo unas condiciones mínimas para que las parturientas puedan dar a luz en un medio higiénico –no en la cuadra, entre los animales, de sus hogares- y los cuidados de primera necesidad sean eficaces y… existentes.


Así, que efectivamente, los 15.000 euros que, aproximadamente, se han vendido de la Lotería de Navidad –aún hay disponibilidad: 1 décimo vale 25 euros, yendo 5 para el Centro de Salud Comunitario de Soroli- ya forman parte del “gordo” con el que han sido agraciados los habitantes de la aldea. La Fundación Polaris World, como previsto, complementará los fondos necesarios para pagar a los albañiles y el material empleado, según el compromiso adquirido, esto es, 36.000 euros.

sábado, 2 de noviembre de 2013

PROYECTO: THE BIG FRIENDLY GIRAFFE

“La Gran Jirafa Amiga” es el proyecto que las madres y alumnos del King’s College de Murcia (Torre Pacheco), por propia iniciativa de un grupo de entre ellas, liderado por Maire, han puesto en marcha desde principios de curso para recaudar fondos destinados a mejorar las instalaciones y el material escolar usados por los alumnos de la  Escuela de Barapireli, en el noroeste de Mali.

Antes del verano hicieron una propuesta a la Fundación para colaborar, implicar a otras madres y sobre todo a los alumnos, con la excelente idea realizar actividades sencillas, sin grandes alharacas, y enfocadas a un proyecto concreto. Desde un principio el Patronato de la Fundación respaldó el proyecto y le prestó su apoyo, además de acogerlas en la oficina que la Fundación Polaris World, por cortesía de Polaris Development, usa en La Torre Golf Resort.

El grupo de madres, que denominó el proyecto como “The Big Friendly Giraffe”, comenzó sus actividades recogiendo uniformes de segunda mano que, tras ser arreglados, planchados y etiquetados se pusieron a la venta en el despacho de la Fundación. De esta forma, pues, se facilita el reciclaje de material y se consiguen fondos para “The Big Friendly Giraffe”. El grupo de entusiastas madres ha organizado otras actividades, en el marco de los eventos organizados por el King’s College,The British School of Murcia, en las cuales han sido respaldadas desde el primer momento por el director, Stefan Rumistrzewicz, y por el resto del profesorado. El compromiso de la Fundación Polaris World es igualar los fondos que “The Big Friendly Giraffe” recaude con los suyos propios. Tras dos meses de actividades, sus logros monetarios se acercan a los 1.000 euros, que con los otros 1.000 que ponga la Fundación harán posible que una parte del proyecto –la fecha de cierre es junio de 2014- se haga realidad. Aunque quizá, más que el mero asunto económico, resulte más destacado el hecho de que los alumnos se impliquen en mejorar las condiciones escolares de sus colegas de la Escuela de Barapireli.

Para el curso 2013-2014, la Escuela de Barapireli tiene un alumnado compuesto por 250 niños, 120 son chicas y 30 chicos. La confesión religiosa –la escuela está adscrita a la Parroquia Católica del pueblo- es de 132 católicos, 97 musulmanes y 21 protestantes. Ni que decir tiene que la aportación que haga “The Big Friendly Giraffe” será para beneficio de todos, sin distinción de ningún tipo. El cuerpo escolar está conformado por 12 maestros, de los cuales tres son mujeres. 

El municipio de Barapireli se encuentra en el corazón del Sahel, donde la vida de las poblaciones está organizada alrededor de la agricultura y la ganadería. Estas dos principales actividades dependen de la pluviometría que, desgraciadamente, disminuye año a año, convirtiendo la vida de la población en precaria e inestable. El ingreso anual de una familia está alrededor de 100.000 FCFA, o sea, 150 euros por año. Esto explica todas las dificultades de los padres para inscribir a sus hijos en las escuelas.

A las dificultades naturales del entorno, se unen las consecuencias de años de inseguridad en las regiones del norte de Mali. Hay necesidad de apoyo de benefactores, para que un número importante de niños pueda ir al colegio, teniendo en cuenta que el desarrollo pasa por la escolarización. Los niños van al colegio a los 7 años, pero se acepta a aquellos que tienen más de 7, porque a menudo, los padres no se acuerdan de la edad que tienen sus hijos

La tasa de abandono varía de un año a otro, pero la media es del 20%. La razón principal es la pobreza de los padres para afrontar los gastos de los estudios de sus hijos (gastos de escolarización, material escolar…). Otras razones: los matrimonios precoces de las chicas, el deseo de éxodo rural, a la vista de la situación precaria de los padres, la falta de alojamientos dignos para aquellos que provienen de pueblos vecinos

Las mayores dificultades para la asistencia de los alumnos son materiales, financieras, sanitarias y alimentarias. La economía del entorno está unida a la pluviometría, que es cada vez más insuficiente, el poder adquisitivo de los padres disminuye, los niños comen poco y a menudo comidas de poca calidad. La mayoría está infralimentados. Esto explica también en gran parte la baja tasa de escolarización y el alta tasa de abandonos.


A través de “The Big Friendly Giraffe”, mejorarán las instalaciones que, como se advierte en las imágenes, son bastante deficientes y sobre todo dispondrán de material escolar, lo que sin duda facilitará una mejor asistencia de los alumnos, disminuyendo la tasa de abandono escolar que es una verdadera lacra.

sábado, 26 de octubre de 2013

¿QUÉ FUE DE AQUEL POZO QUE SE EXCAVÓ EN EL PUEBLO DE…CÓMO SE LLAMABA?

Suele ser la pesadilla recurrente en muchos organismos y entidades de cooperación al desarrollo. Uno pone todas las condiciones necesarias, cumple con todos los requisitos razonablemente eficaces para que el dinero empleado en un proyecto resulte fructífero. Después de todo, muchos socios, simpatizantes y amigos han colaborado para que el proyecto cumpla con los objetivos para los que fue diseñado: que del pozo surja agua, que a la maternidad acudan las parturientas, que a la escuela elemental no falten los alumnos. Todo comienza a las mil maravillas, pese a los miles de kilómetros de distancia, las dificultades en las comunicaciones, las decenas de imprevistos previstos, los ajustes con el material o el presupuesto. Y como por milagro, o arte de magia, todo funciona correctamente. A las mil maravillas. Sin embargo, a los pocos meses, apagado el ardor de los inicios, la obra no se cuida, el mantenimiento es inexistente, no existen recursos locales para consolidarlo… en fin, la pesadilla de que todo el trabajo y el empeño no ha servido para nada. Un espejismo. Si el proyecto no tiene continuidad, o como está de moda decir ahora, no es sostenible, la reflexión final es: ¿no hubiera sido mejor no haberlo hecho?

La Fundación, que comenzó su andadura en 2004, va a cumplir por tanto dos lustros de existencia, ha ejecutado más de 100 proyectos en 26 países de África. Hacer un seguimiento de todos y cada una de las obras realizadas, con la escasez de recursos actuales, resulta absolutamente imposible. Sin embargo, de vez en cuando nos llegan noticias de agradecimiento sobre proyectos de los años precedentes e imágenes vía “smartphone” –a falta de algo mejor la cobertura 3G en Malí es envidiable- que las ilustran, lo que sirve para responder a la pregunta anterior, además con un gran signo de exclamación: ¡Menos mal que se hizo el proyecto!

Este es el caso de Tabitongo, o sea, “El pueblo que está en la ladera”. La toponimia es literal como pudieron comprobar los miembros de la Fundación Polaris que en el 2009 se acercaron, por una pista infame e inolvidable a esta aldea del país dogón, noreste de Mali, en la vecindad de la frontera con Burkina Faso. A partir de aquella visita se inició el proyecto con una ceremonia ecuménica presidida por nuestro buen e infatigable amigo Abel : a medias católica, a medias animista y con siendo la mayoría de los feligreses musulmanes. Unos meses más tarde fue inaugurado, con un señor corte de cinta blanca, nuestro monsignore particular, Kizito, se vistió con las mejores galas sacerdotales, la ocasión lo merecía. De nuevo otra ceremonia ecuménica y una interminable hilera de discursos donde la audaz presidenta de la Asociación de Mujeres local largó un rapapolvo, también inolvidable, a todos los lugareños (hombres) por su escaso compromiso para mejorar la vida de la aldea. Aparte de la charca, el pueblo disponía de dos toscos aljibes para recoger el agua de la lluvia, como se aprecia en algunas imágenes, absolutamente insuficientes.

En una visita posterior, en 2011, durante una visita de socios de la Fundación se pudo observar como el pozo, a estas alturas había sido bautizado como el Pozo del Señor de los Milagros era, en sentido metafórico y real, la fuente de vida de la aldea y los alrededores. En otra entrada ya se ha contado la bonita historia, notablemente rocambolesca o providencial, como se prefiera, de la denominación del Señor de los Milagros (¡Larga vida al Señor Agustín¡)

El caso es que a la abundante colección de imágenes con las que se puede seguir la obra, y posterior inauguración, nos acaba de llegar una colección nueva que ilustra la continuidad y el uso que, afortunadamente, está teniendo el pozo. Es cierto, que el letrero ha sobrevido mal que bien a las inclemencias del tiempo. Como fue uno de los primeros pozos construidos en la zona, por desconocimiento, no se le dotó, como se ha hecho posteriormente de un pequeño abrevadero, para recoger el excedente de agua y usarlo para los animales. Por lo demás, da gusto ver a las señoras y los niños con sus modestos receptáculos de cuero y calderos de ocasión repletos del líquido y preciado elemento.


Aunque  las apariencias engañan. Las imágenes están tomadas a principios del otoño, principios de octubre, recién terminada la época de las lluvias: todo es verdor y parece que hasta los tocones muertos han resucitado. Lo cierto es que a partir de febrero –hasta junio no retornan las lluvias- la aldea y alrededores se convertirán en un genuino desierto. Al menos las madres y los niños ya no tienen que ir a excavar en la arena de la rambla, donde se almacenaba el agua de la lluvia, para extraer una extraña mezcla de ¿agua? y lodo con la que, sin muchos miramientos, cocinaban y bebían, tal era la necesidad. Algo que no es necesario desde que el Señor de los Milagros llegó a la aldea, un 30 de junio de 2010.

viernes, 18 de octubre de 2013

LOS CONTENEDORES: ¿LOS CARGA EL DIABLO? (1 de 2)

Esta historia, si el Sr. Murphy no existiera, ni el Sr. Blázquez, ni el Sr. Kanouté no existieran, podría despacharse en una sencilla transmisión telegráfica de las de antes. Por ejemplo: CONT. PARTIÓ DE CARTAGENA STOP DESEMBARCO DAKAR STOP ENTREGADO EN BAMAKO STOP. Pero como Monsieur Murphy, la mala suerte, la ineptitud y posiblemente algún malentendido cultural –esto es un eufemismo- se han cruzado incansable e incensantemente en el camino, el envío de un contenedor -con material informático cariñosamente preparado por nuestros amigos sevillanos de la Red Integral Solidaria, aderezado con libros de texto del Liceo Francés de Murcia, bicicletas remozadas y como nuevas, excelente material de protección laboral, ítems hospitalarios  y una larga retahíla de tan variados como necesarios artículos- no sólo no se pudo despachar en un telegrama, sino que la historia ha durado tres meses.

Ha costado más esfuerzos que poner al Apolo XI en la Luna, desazones notables entre muchos voluntarios que han dado su tiempo y empeño para que llegara a buen puerto, discúlpese el juego de palabras, y una cierta inquietud de que, a veces, la solidaridad necesita de un pozo insondable de paciencia, así como pensar mal (y acaso acertarás) de la escabrosa burocracia portuaria maliense (mejor no entrar en detalles), sin olvidarnos del sobrecosto que todo el proceso ha acarreado. Sobrecosto que resulta indignante no sólo porque los recursos escasean sino porque además los propios congéneres de aquellos a quienes se quiere ayudar son quienes más impedimentos ponen en el camino. Como la historia es un poco larga, vamos a tener que dividirla en dos entradas y correr un tupido velo, achacando todas las dificultades a ese concepto tan vago y útil –además de banal- de las “incomprensiones culturales”, pese a que parezca, pero no es así, que una declaración de aduanas –en inglés, en español, en francés, por triplicado, claro- es perfectamente comprensible en Cartagena y en la Cochinchina, o en Bamako, para ser más precisos.

El amigable acuerdo verbal con un transitario de Cartagena, presuntamente gran experto en envío de contenedores permitía pensar que todo marcharía sobre ruedas. “De puerta a puerta” es el abracadabra de todo transitario que se precie y de todo cliente –en este caso la Fundación Polaris World- que quiera asegurarse un correcto desarrollo de las etapas y los vericuetos por los que discurre el tráfico de mercancías en África. Aparentemente, el español de Balsicas y el de Cartagena, en la región de Murcia y separadas por apenas unos 30 kilómetros dista mucho de ser el mismo. Como más adelante se pudo comprobar. En cualquier caso, muy amablemente, el transitario de cuyo nombre no queremos acordarnos, indicó que no cobraría el transporte desde Balsicas al puerto. Albricias: 250 euros que la Fundación se ahorraba.

Para facilitar la carga, nuestro incansable Oleg se había preocupado –y a fé que lo hace a las mil maravillas- de paletizar los 32 pallets, numerarlos, plastificarlos y no puso el lacito porque como diría un buen amigo, los ucranianos no están para esas lindezas. Aunque le faltó poco. Una semana antes, nuestros amigos de Sevilla habían empleado un largo día para traer desde la capital hispalense todos los equipos informáticos que, asimismo, venían perfectamente etiquetados, empaquetados y enumerados. No en vano, se habían pasado muchas tardes repasando y reparando los equipos  (ordenadores, software, fotocopiadora, impresoras y hasta un proyector) para que al llegar a Bamako solo fuera cuestión de abrir las cajas, poner los cables y empezar a usarlos. O al menos eso estaba previsto.

Aquí conviene abrir un paréntesis para señalar que los voluntarios implicados en  la tarea no eran unos novatos en ninguna de las labores asignadas. Oleg, sin ir más lejos, maneja la carretilla tan bien o mejor, que los mandos de decomprensión del submarino soviético en el que era ingeniero en su vida anterior. El muelle de carga prestado por Baltus estaba como una patena y, como se suele decir, se podría comer en el suelo. Y la Fundación ha enviado contenedores a África durante años, con modestas “hazañas” de carga como meter un tractor en un contenedor de 40 piés y que en los laterales sobraran, tirando por lo alto, tan sólo 5 centímetros. ¡Eso sí que fue ajustar!

Así pues, todo ordenadico, colocadico para que el 19 de junio, festividad de San Adeodato, Santa Gilda, San Protasio, San Gervasio y el santo de la progenitora de quien esto cuenta, empezando por el presidente de la Fundación, Don Narciso Lozano, estuvieran firmes y en pié de guerra para facilitar que el amable camionero enviado por el transitario -cuyo nombre no se recuerda- estuviera el menos tiempo posible en el muelle de carga. Pensándolo bien, acaso es que no elegimos bien a nuestros santos protectores. La carga, Baltus incluso tuvo la generosidad de prestarnos su propio personal, discurrió sin mayores incidentes y en un tiempo récord. En tres horas, los 32 pallets y no pocos objetos sueltos, las bicicletas, por ejemplo sirvieron para rellenar los huecos en la parte superior, estaban todos metidos y bien metidos en la caja metálica que tantos disgustos iba a ocasionar en los días venideros. Junto con la moto.

Porque efectivamente, el primer incidente empezó con la moto. Aparentemente, ¿quién decía que la burocracia maliense era extrema? un celoso funcionario portuario de Cartagena advirtió en la lista de embarque la dichosa moto. No una flamante Yamaha de 750 cc, ni siquiera una estilosa Vespa italiana, más bien un humilde velocípedo de 50 cc, tres años fuera de la circulación, que bien que funcionara tenía más de 15 de existencia. Un artículo de motor sobre el que se cernió el sambenito de tráfico ilegal en las sacrosantas aduanas. Un par de horas antes de embarcar el celoso funcionario pedía “documentación, documentación” como si de un reluciente Ferrari se tratara. El plazo límite eran las 14:30 de un viernes. Y el aviso llegó a las 12:20. ¡Que no son molinos, mi señor, que son funcionarios!


Evidentemente, ese viernes no se embarcó. Entre las soluciones barajadas para solucionar el problema estaba la de abrir el contenedor (con el riesgo de que empezaran a desparramarse las bicicletas en la bahía de Cartagena)  y sacar la moto declarada, mediante “lo que se certifica a los efectos pertinentes” ilegal. Al menos mientras la DGT no emitiera el certificado nosécuantos y estampara el sello nosequé. Pero, héte aquí, que la documentación original estaba en la guantera de la moto. Dentro del contenedor, sellado, señor aduanero ¿Qué hacer? El transitario, a estas alturas, estaba más perdido que una aguja en un pajar. Ni daba soluciones, ni permitía que se las dieran. Así que apelando a los buenos conocimientos y mejores gestiones, esta vez sí, de la naviera y saltando por encima del transitario, que nos había perdonado 250 euros pero cobró por el supuesto “puerta a puerta” cerca de 7.000 euros, se consiguió que el contenedor no se desprecintara. A estas alturas, ya existía una acendrada certeza de que lo de “puerta a puerta” era una coletilla vacía de contenido y de significado. Como íbamos a comprobar en Bamako. Además, el pago había sido por adelantado. En cualquier caso, una semana más tarde el 25 de junio, festividad de San Asclepiades, San Artemio, Santa Honesta, Santa Trifonia, entre otros y otras. ¿Serían estos los patronos adecuados para el mágico “puerta a puerta” entre Balsicas y el Centre Père Michel, destino final, en Bamako? E la nave va… (CONTINUARÁ)

miércoles, 2 de octubre de 2013

LOTERIA NAVIDAD 2013: “NO TE VENDO LA PARCELA, PERMANEZCAMOS JUNTOS”

49.278. Este es el número de la suerte que la Fundación Polaris ha puesto a la venta para las próximas navidades. Como en años precedentes, el décimo se vende a 25 euros, de los cuales, 5 euros se destinan a un proyecto determinado que se está llevando a cabo en África. Para facilitar la gestión, de forma habitual, sólo se venden décimos completos. No obstante, puedes compartir uno con algún amigo o familiar. Esta es una de las fuentes tradicionales de ingresos de la Fundación que, por término medio, llega a vender cerca de los 20.000 euros, rondando el beneficio en torno a los 3.500 euros. De hecho, apenas puesta a la venta, ya se han vendido 600 décimos.

Naturalmente, los amigos y simpatizantes que colaboran generosamente, esperan, esperamos, que este año sea el que de verdad –y finalmente- toque. Independientemente de que nos sonría la diosa Fortuna, nos ilumine la Divina Providencia o nos bendiga San Cono, santo patrón de la lotería y los juegos de azar, la modesta colaboración de 5 euros por décimo jugado tiene ya un beneficiario predestinado y cien por cien asegurado: los futuros usuarios del Centro de Salud Comunitario de Soroli (Mali).

Efectivamente, la ayuda será destinada a este proyecto concreto. Las obras van a muy buen ritmo y con este empujón financiero seguro que estarán completadas para finales de año. Una vez que se termine el dispensario de Soroli, seguro que habrá afortunados, especialmente mujeres y niños –la franja de población más frágil- que recibirán atención sanitaria sencilla y básica, pero de primera necesidad. Algo que ahora les resulta completamente imposible de recibir dada la absoluta carencia de infraestructura médica en la zona. Salvo que se desplacen por unas pistas infames –y esto sólo en la época seca- al centro de salud más cercano, localizado a una treintena de kilómetros, a pié, en carromato o en moto.

Es decir, que la solidaridad que mostraron los padres fundadores de la aldea (Soroli, en dogón, el lenguaje local, viene a decir que para qué vamos a discutir por una finca, cultivémosla en buena armonía, juntos) quedará refrendada, seguro, por las decenas de simpatizantes y socios que, como en ocasiones precedentes, colaboran de esta manera tan tradicional y tan española. Y si además les toca, miel sobre hojuelas. Para los más supersticiosos, dejando el perejil y otros apañicos caseros aparte, 49.278 es, entre otras cosas: el código postal de la ciudad de Rollin, en Michigan (EEUU); el número del BOE del 18 de noviembre de 1998; el número de patente americana correspondiente a un llamado “brazalete de la amistad”, el triple de días que pasó San Pancracio en este mundo (¡esto es broma¡), etc.

Para quien quiera adquirir un décimo puede enviar un correo a fundacionpolaris@fundacionpolaris.com o llamar a la oficina (968-012697). En cualquiera de los casos, se harán las gestiones oportunas para que el décimo o décimos lleguen a manos del destinatario sin necesidad de desplazarse hasta el despacho de la Fundación. ¡Que la suerte nos acompañe¡

sábado, 21 de septiembre de 2013

BOUGOU: NYUMBWARI SE CANCANU ZIO

Este refrán, muy popular en Mali, bien que en otra zona del país, en Tuba y en la lengua de los Bwa, la etnia local, viene a decir algo así como “la solidaridad hace que el ciempiés camine”. Una expresión que se adapta a las mil maravillas al Pozo de supervivencia en Bougou, que la Fundación ha financiado en el país dogón, noroeste del país, cerca de la frontera con Burkina Faso y de cuyo inicio de obra en unas condiciones durísimas (está excavado en la roca a fuerza de cartuchos de dinamita) informábamos en esta entrada.

Obviamente, el sentido figurativo de los africanos en general y, la imaginaria maliense en particular, hace referencia no al curioso bichito que se mueve con notable agilidad, pese a su aspecto rechoncho, sobre decenas de patas. Y eso es lo que le ha ocurrido al pozo de Bougou, donde gracias a la colaboración de los amigos y simpatizantes de la Fundación ha sido posible que las obras, sobre cuyo progreso se informaba en esta entrada del blog, hayan sido finalizadas en tiempo récord.

A decir verdad, además de la solidaridad de muchos, en este caso el peso de financiación de la obra ha sido llevado a cabo por la familia Ferrer, amigos tan solidarios como inquebrantables con las actividades que lleva a cabo la Fundación. Especialmente, el “pater familias”, Valentín Ferrer quien ha mostrado un especial interés en que el pozo fuera excavado con la mayor rapidez posible, antes de que llegara la época de las lluvias.

Así que de acuerdo con el Comité de Gestión del Agua de Bougou y el Patronato de la Fundación Polaris, se decidió que el pozo llevara el nombre del benefactor principal, esto es, Valentín Ferrer. Por un malentendido lingüístico, en algún momento de la transmisión de los mensajes la palabra del apellido FERRER fue transladada por nuestros amigos malienses en FRERE (hermano), lo cual, en el fondo responde a la realidad, puesto que en la financiación nuestro Valentín Ferrer ha sido apoyado en todo momento por diversos miembros de su familia. Así que, sin quererlo, el malentendido se ha convertido en un malentendido.


Como se puede ver por las imágenes, donde se observa el progreso de la obra, la terminación es impecable, siguiendo el modelo de otros pozos excavados por la Fundación en Mali. Así el brocal, un muro semicircular de un metro de altura, evita que la suciedad acarreada por los animales o arrastrada por el viento del desierto termine dentro del pozo, contaminando el agua. Para más seguridad, la protección se completa con una tapa metálica sobre la que se levanta un armazón de hierro, usado como soporte para la polea o las sogas con la que se extraen los cubos con –nunca mejor dicho- el preciado elemento. Como curiosidad para los interesados en lingüística: CANCANU es la palabra local para CIEMPIÉS.

miércoles, 26 de junio de 2013

VI CENA BENÉFICA: 16.030 EUROS PARA EL POZO DE SENGUEBENGOU (MALI)

Como previsto, el 14 de junio, viernes, celebramos la VI Cena Benéfica de la Fundación en El Lago de La Torre Golf Resort donde se obtuvo una recaudación total, entre la rifa, el pago de los cubiertos y Fila Cero de 16.030 euros, cantidad que sobrepasa, con creces, el objetivo que nos habíamos propuesto de financiar la excavación del pozo de Senguebengou en Mali. Con lo cual el sobrante se aplicará al nuevo proyecto que en breve se pondrá en marcha: el pozo de supervivencia de Tena-Kana, también en Mali.

El evento, que siempre se ha celebrado en La Torre Golf Resort, contó con dos patrocinadores principales, Polaris World Development (gracias, Pedro, gracias Jose Luis), cuya generosidad hacia la Fundación es permanente, incluso en estos tiempos de dificultades y con Los Churrascos Celebraciones que, más allá de su exquisita profesionalidad, sobradamente conocida (gracias, Benito, gracias Mariló), se implican más allá de lo que son sus obligaciones, incluso a título personal.

No menos importantes, fueron otros colaboradores que para no alargar la entrada, no vamos a citar. Ellos saben, con sus regalos para la rifa, con sus aportaciones a la Fila Cero, con su presencia física y las de sus invitados, que sin ellos ni la nutrida participación, ni la abundante recaudación hubieran sido posibles.

Algunas cifras por aquello del chocolate claro y las cuentas espesas, es decir, al revés. De Fila Cero, por parte de 62 contribuyentes se recaudaron 3.100 euros. De la rifa se obtuvieron 1.730 euros. Lo que sumado a las aportaciones de los 227 comensales, más las ya citadas de Los Churrascos y Polaris Development, la cifra total alcanza los 16.030 euros.

Considerados los limitados recursos de los que en la actualidad dispone la Fundación Polaris esta cantidad es absolutamente remarcable, lo que dice mucho en favor de tantos amigos, simpatizantes y colaboradores, muchos de los cuales han hecho un esfuerzo extraordinario para poner su granito de arena, que al final ha terminado por convertirse en una respetable montaña.

Aunque por hablar con propiedad, más que en montaña, los 16.030 euros se convertirán en un agujero. Exactamente de 65 metros. Los que corresponden al pozo de supervivencia de Senguebengou para cuya excavación se había decidido dedicar los fondos que se recaudaran en el evento.  Como el costo es ligeramente inferior, el excedente se asignará al proyecto de Tena-Kana, para el que se están realizando los preparativos, a fin de iniciarlo una vez que acabe la época de las lluvias, el próximo septiembre.

A título ilustrativo, para hacerse una idea varios de los proyectos ya terminados y pagados, corresponderían casi euro por euro a los 16.030 euros recaudados. Como por ejemplo, el pozo de Orintouno, o también el pozo de Erssadja. En cualquier caso, el objetivo de recaudación ha sido sobrepasado con creces, lo que equivale a decir que la solidaridad, en medio de tantas dificultades por las que están pasando muchos de nuestros socios y simpatizantes, no es banal, ni fácil de detener. A todos, ellos, el agradecimiento de la Fundación Polaris, pero sobre todo de los futuros usuarios, especialmente mujeres y niños, del pozo de Senguebengou.

Como es costumbre, en el prólogo a la Cena, el presidente de la Fundación Polaris World, Narciso Lozano, agradeció -a todos los citados aquí y a los que han apoyado a la Fundación durante el año- su inquebrantable y sólida solidaridad, aún o pese, a los tiempos complicados que se viven. Asimismo, con una presentación audiovisual (excelente trabajo de otro colaborador fiel, Víctor)hizo un rápido recorrido, con cantidades empleadas en cada proyecto, localización y número de beneficiarios, de todos y cada uno de los proyectos ejecutados en 2012 y los que se han iniciado en 2013. 

jueves, 20 de junio de 2013

DOS PROYECTOS INFORMÁTICOS, UN CONTENEDOR, DIEZ BICICLETAS Y MUCHA MÁS COSAS EN EL CONTENEDOR PARA BAMAKO (MALI)

Los contenedores de cuarenta piés engañan. Por fuera parecen relativamente pequeños, pero al abrir las puertas en el muelle de carga la perspectiva de las paredes del interior se alarga y se alarga hasta un fondo oscuro que parece no tener fin. La Fundación Polaris World, en la amigable y solidaria compañía de la sevillana Red Integral Solidaria, veníamos, el plural se hace necesario, preparando el envío del material para dos proyectos informáticos que, acostumbrada como está la Fundación a trabajar, mayormente, en pozos de supervivencia, maternidades y escuelas elementales, parece que el concepto de solidaridad adquiere otra dimensión.

Excavar un pozo de 65 metros en pleno desierto del Sahara no es una tarea banal, pero montar dos centros informáticos, uno en Bandiagara y otro en Bamako, requiere de conocimientos especiales y una experiencia en estos asuntos más que veteranas. Así que todas las previsiones son pocas. Entre otras razones, porque los responsables de Red Integral Solidaria que se desplazan a Mali para el montaje final tienen que aprovechar sus vacaciones estivales en una carrera contrarreloj para en una semana dejar cada ordenador funcionando y, lo que resulta esencial, conectado a su red de gestión de Sevilla para actualizar antivirus, resolver dificultades y paliar problemas de última hora.

Obviamente, durante semanas, nuestros expertos informáticos de Red Integral Solidaria han ido preparando los equipos, software en francés, como es menester, para dejarlos no como nuevos, pero casi… además de realizar ellos mismos el transporte exprés en una jornada dominical de ida y vuelta, 1.200 kilómetros de nada para ir y volver desde el Guadalquivir a Balsicas.

Mientras tanto, por su lado, la Fundación Polaris World, con la inestimable ayuda de voluntarios del Colegio Salesiano de Los Dolores (Cartagena) han reparado y dejado en perfectas condiciones una docena de bicicletas, las cuales están destinadas a escolares de la zona de Bandiagara para facilitar que acudan a la escuela con una cierta facilidad.

Y hablando de escuelas, por otro lado, una circular del Lycée Français de Murcia a los padres de los alumnos ha permitido recoger una veintena de cajas con libros, la mayor parte en francés, algunos en inglés, que valen su oro en peso. Para los escolares de las zonas rurales, a quienes se enviará esta modesta biblioteca reciclada, una de las mayores dificultades en el aprendizaje académico lo constituye no las matemáticas, ni siquiera el francés, sino la lectura. Por la sencilla razón de que no disponen de libros con los que practicar. Entre los recogidos hay numerosos libros infantiles de lectura que, a buen seguro, encontrarán un eficacísimo segundo uso en medio de las arenas de la desértica llanura dogón.

Por otro lado, una empresa sevillana de origen vasco, el mapa de la solidaridad siempre posee recónditos recovecos, ha donado a la Fundación Polaris material, tanto ropa de trabajo como calzado de protección, cascos de obra y máscaras contra el polvo que servirán para que los alumnos de formación profesional de los colegios salesianos de Bamako y Sikaso puedan realizar sus prácticas escolares en unas mínimas condiciones de seguridad. Francamente, aprender a soldar en chanclas y camiseta de tirantes puede resultar muy pintoresco en una película, pero extremadamente peligroso cuando las chispas te caen encima del empeine o te saltan a un ojo.

¿Eso es todo? ¡Noooo¡. Ya se dijo que el contenedor parecía insondable. Así que allá han ido, por citar algunas cosillas más: equipamiento médico, como una vitrina de farmacia y uniformes de enfermeros y enfermeras. Ropa variada, juguetes, material escolar diverso, monos de trabajo, equipamiento de soldadura móvil y hasta una moto. Seguro que se nos olvida citar algo… Sí, tres pallets con paquetes individuales de miembros de la Asociación Maliense de Cartagena destinados a sus familiares. Con toda la buena intención del mundo, alguno quería enviar hasta colchones, pero a esas alturas el contenedor ya se había llenado.


Si esto fuera una película, estamos al principio porque el contenedor partirá la semana próxima de Cartagena, de allí a Las Palmas, después Dakar para, finalmente, tras un largo periplo por carretera de más de 1.000 kilómetros llegar a Bamako, deberíamos poner los títulos de agradecimiento. Ahí van. Agencia Marítima Blázquez que ha aportado generosamente el transporte hasta el puerto, Baltus Mobiliario, que aparte de prestar el muelle de carga, gracias, Antonio, cedió amablemente una persona para llevarla a cargo, gracias Josito, Polaris Development por el apoyo logístico, Pierre del Liceo Francés (que ya ha colaborado con la Fundación en otro par de ocasiones previas), Alex, cuyo apellido ucraniano, Ratushnyak, es tan complicado de pronunciar como él mismo es diligente, eficaz y trabajador con la carretilla, Iturri –la empresa vasco hispalense- y los últimos, pero no los menos importantes, Antonio y Jose María de Red Integral Solidaria. Ahora sólo nos queda esperar que ningún trámite burocrático impida que el contenedor llegue a buen puerto, aunque Bamako no lo posea. (CONTINUARÁ…)

miércoles, 12 de junio de 2013

KPELEWAÏ (TOGO): EL AGUA ESTABA ALLí, EN ABUNDANCIA, FALTABA QUE BROTARA

El objetivo esencial de este proyecto era mejorar la salud y la calidad de vida de las familias del barrio Kpelewaï de la Región de Kara (Togo), facilitando el acceso al agua potable, ya que las familias de esta comunidad se abastecen de puntos de agua muy lejanos al lugar en donde viven, que además se suelen agotar durante parte de la estación seca, por lo que terminan usando agua no potable de charcos y acumulaciones, lo que ocasiona enfermedades de todo tipo. Finalmente se ha perforado un pozo tal y como estaba previsto, habiéndose conseguido solucionar el problema urgente que se pretendía resolver.

El proyecto está enmarcado dentro de un Programa de Educación y Desarrollo Rural-PAEDR que integra componentes de alfabetización, dotación de agua potable, educación para la salud, generación de ingresos familiares, organización comunitaria y promoción de la mujer. Este programa fue diseñado por la Contraparte Salesiana de Kara, junto representantes de las Comunidades Rurales con ayuda de JYD (Jóvenes y Desarrollo). Una de las líneas más importantes de actuación del Programa consiste en la perforación de pozos para dotar de agua potable a la población de las comunidades rurales cercanas a estas ciudades, como es el caso del presente proyecto.

Gracias al proyecto se ha mejorado el nivel higiénico-sanitario del barrio de Kpelewaï (Kara) de la Región de Kara, que era el objetivo general. El abastecimiento de este pozo beneficia a unas 1.000 personas aproximadamente, que son todos los habitantes de dicho barrio. Por otra parte, las actividades de sensibilización en los temas relacionados con el manejo del agua, han complementado el beneficio que ya supone el abastecimiento de agua asegurado.

Por tanto, el abastecimiento ha mejorado el bienestar diario de la población, sobre todo de las mujeres, que son las encargadas de acarrear el agua, ya que disponen de un pozo con caudal asegurado durante todo el año, a una distancia máxima de 100 o 150 mts. de su vivienda, pues es en ese radio medio en el que se sitúan la mayoría de las viviendas. Indirectamente se habrá reducido el tiempo que niñas y mujeres dedican a acarrear agua, lo que permitirá favorecer el acceso de las niñas a la escuela y de las mujeres a cursos de alfabetización. Esto se conseguirá a través de otros proyectos complementarios que forman parte del Programa de Desarrollo Rural PAEDR identificado.

Se han podido superar en la medida en que se pretendía en la formulación, aunque todavía se puede mejorar, ya que el pozo tiene una salida de 32m3 de aforo siendo uno de los pozos con más salida de agua de la región, por lo que si se hace un depósito en altura, puede abastecer directamente a una población de 20.000 habitantes sin problema. Esta nueva iniciativa la realizarán las autoridades locales por sus propios medios, según ellos mismos han declarado, aunque dado que es una estrategia para ganar votos en las próximas elecciones, existe el riesgo de que la instalación se quede a medias.   


El pozo perforado tiene 60 m de profundidad y 32 m3 de aforo, lo que supone una capacidad para abastecer a muchísimas mas personas que el nº de habitantes del barrio, ya que ha resultado tener un caudal muy superior al esperado.
Podría abastecer directamente a una población de 20.000 habitantes sin problema, y ahora mismo en el barrio son aproximadamente 1000 personas. Hay un comité de gestión del pozo (ver fotos), y que ha sido formado para ello, y es elegido con la supervisión de las autoridades del barrio. Tienen una cuenta de ahorros donde meten las cuotas. Por cada 50 litros deben aporta 50 CFA que son aproximadamente 7 céntimos de euro. El comité de gestión se encarga de control de la cuenta de ahorros, de las cotizaciones y de las eventuales reparaciones.

La Fundación Polaris World ha financiado este proyecto con 10.953 euros, siendo la contraparte ejecutora la ONG’ Jóvenes y Desarrollo que realizan un excelente trabajo en muchas partes del mundo, especialmente en África, con una rigurosidad y eficacia extraordinarias. Apoyándose en la congregación salesiana, que dispone de personal propio en prácticamente todos los países de África, los proyectos responden a unos niveles de calidad y seguimiento dignos de admiración. Como por ejemplo, el Informe Final de este proyecto que puedes ver en este enlace. Como la Fundación Polaris ha concentrado sus esfuerzos y recursos en Mali, éste es el último proyecto ejecutado fuera de este país. Al menos, de momento.