La aldea maliense de Adounakambé
se sitúa en el municipio de Bondo, partido judicial de Koro, en la vecindad de
la frontera con Burkina Faso. Se localiza en una extensa llanura desértica
(antiguo cono de un volcán), al este de la falla de Bandiagara. Adounakambé
significa en la lengua local “El búho del agujero en el baobab”.
Según la tradición local,
antes de la fundación de la aldea, ya existía un baobab con un agujero en el
que se guarecían los búhos. Cuando no podían cazar animales más sabrosos, los
cazadores venían hasta allí para cazar búhos. De esta manera, para no volver de
vacío al hogar, al menos aportaban algo al plato familiar. En un momento
determinado, un cazado, acuciado por la hambruna venía con tanta frecuencia
hasta el baobab que decidió quedarse allí y fundar la aldea. Es decir, que la
aldea se fundó para dar de comer a los niños.
Ahora los niños son 210
que van a una escuela, por llamarla de alguna manera, que son meros cobertizos (Imágenes de la escuela actual).
Cuando llega el frío, es difícil mantener a los alumnos atentos. Con los
grandes calores es peor, porque no se pueden tener muchos alumnos en el mismo
espacio. En ciertas ocasiones, cuando se levantan tempestades de viento, la
arena penetra por entre el ramaje y los maestros se ven obligados a suspender
sus clases.
Éste es, pues, el nuevo
proyecto en el que se embarca la Fundación Polaris World: la construcción de
tres aulas que costarán, aproximadamente, unos 30.000 euros. Más adelante, si la Fundación Polaris World
obtiene los recursos necesarios, las tres aulas se complementarán con letrinas,
a fin de mejorar las condiciones higiénicas del entorno, además de un pequeño
espacio para el director de la escuela, que hará las veces, también de almacén,
para guardar material escolar. Este tipo de proyecto, la Fundación Polaris
World lo ha desarrollado como una especie de modelo, habiendo completado, en la
región, una docena de equipamientos similares. El más parecido, construcción en
adobe, es la Escuela de Patin, realizada por la Fundación Polaris en 2011.
La mejora de las
instalaciones, obviamente, mejorará la calidad de la enseñanza escolar y
permitirá que los maestros lleven a cabo sus tareas en condiciones
incomparablemente mejores. Al mismo tiempo, con la mejora de las instalaciones,
aumentará la escolarización de la aldea y otras de alrededor.
La construcción se hará
conservando la arquitectura tradicional de la aldea. En este caso, como la
aldea se haya en la parte de un cono de un volcán apagado, el material base son
adobes, elaborados “in situ”, que después se revocarán con yeso. Las paredes
tendrán soportes de hierro corrugado y las techumbres serán en aluminio. Los
habitantes participarán con mano de obra no cualificada, especialmente
acarreando el material necesario y ofreciendo alojamiento a los albañiles.
Está previsto, si todo
va bien, que los trabajos se inicien una vez acabada la estación lluviosa que terminará
en septiembre. También para entonces las tareas del campo, que ocupan a la
mayoría de los habitantes, habrán llegado a su término. En Adounokambé viven en
armonía cristianos, musulmanes y animistas (religión tradicional). La mayor
parte de la población vive de agricultura de subsistencia (etnia dogón), si
bien, hay una minoría de pastores trashumantes (etnia peulh).
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