lunes, 5 de febrero de 2018

TRES AULAS SOLIDARIAS PARA EL PUEBLO QUE SE LLAMA SOLIDARIO (MALI)


SAALO, en dogón, la lengua de la etnia mayoritaria maliense que habita el noroeste del país africano significa solidaridad. Cada denominación geográfica responde, con precisión, a un acontecimiento, a un evento del pasado. Que responda a una realidad histórica o sea una mera leyenda es lo de menos. La aldea, perteneciente al municipio de Baye, fue fundada, según dice la tradición local hace siglos por cazadores y los primeros habitantes se comprometieron a ser solidarios unos con otros. De ahí el nombre de la localidad. Situada en la inmensa llanura arenosa, en realidad el cono de un antiguo volcán, en plena África subsahariana, se encuentra  a unas decenas de kilómetros de la frontera con Burkina Faso.

En la actualidad cuenta con 1.500 habitantes, habiendo sufrido una importante despoblación tras la hambruna de 1972. Además de dogones, en la aldea también viven familias de la etnia “peulh” (pastores trashumantes) y samo. La supervivencia viene dictada por el clima, dado que viven de la agricultura –la zona es extremadamente desértica- y del ganado. Alejados de centros urbanos principales, en época de lluvias el acceso a la aldea se vuelve intransitable con frecuencia.

Como se puede ver en el [ÁLBUM FOTOGRÁFICO] –imágenes de la vida cotidiana- las instalaciones para los 275 alumnos de la escuela local son penosas. En realidad, se trata de cobertizos apañados con material local. En una de las imágenes, se observa como los pupitres están hechos con adobes, mientras que el techado está construido con ramaje. Esta situación, especialmente en las épocas de canícula o de mucho viento propicia que las condiciones de aprendizaje sean muy complicadas. Por no hablar del escaso, casi inexistente, material escolar.

La Fundación Polaris World ha decidido aliviar esta situación con la construcción de tres clases, que en este caso serán edificadas con cimientos sólidos, bovedillas de aglomerado y techumbre metálica para resistir los embates del clima. Las tres clases acogerán, además de a los estudiantes de Saalo, a los de tres aldeas cercanas: Nazaré, Lafièra et Nassaré.

Desde la Fundación Polaris World se aportarán 30.149 euros, mientras que la población local, siguiendo las pautas de la Fundación pondrá también su granito de arena, casi literalmente, pues colaborarán, con trabajos en especie, además de ofrecer alojamiento a los albañiles desplazados a la zona.


Las autoridades civiles de Saalo han conformado el Comité Local Escolar que se encargará de coordinar los trabajos y, no menos importante, de encargarse del mantenimiento una vez que se entregue la obra en, aproximadamente, unos tres meses. Se trata del proyecto 116 que la Fundación lleva a cabo, más de una cincuentena en Mali, y para los que ha donado, desde sus inicios en 2004, algo más de 3.000.000 euros.

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