Nos llegan excelentes noticias
de Adounakambé, en Mali, donde la Fundación Polaris World está finalizando
estos días su penúltimo proyecto –del último hablaremos en una próxima entrada-
con la apertura de la flamante escuela, cuyas imágenes de hace unos días
indican que en los próximos días, una vez que los albañiles terminen con los
últimos flecos, podrá acoger a los alumnos, algunos de los cuales también, como
se ve en las imágenes (pulsando
en este enlace) también han colaborado en la construcción.
Aunque la construcción
se inició en la primavera, con la llegada de las lluvias y la necesidad de que
todos los brazos de la aldea se dedicaran a la siembra y posterior recogida del
mijo, el principal medio de subsistencia, las obras se pararon durante unas
semanas. Una vez finalizadas las urgencias agrarias, los trabajos se han
retomado con fuerza como se puede ver en las imágenes. Imágenes, por cierto,
sorprendentemente plenas de verdor, algo raro en esta zona desértica, producto
de las lluvias de principios de verano.
Adounakambé está en el municipio
de Bondo, partido judicial de Koro, en la vecindad de la frontera con Burkina
Faso. Se localiza en una extensa llanura desértica (antiguo cono de un volcán),
al este de la falla de Bandiagara. Adounakambé significa en la lengua local “El
búho del agujero en el baobab”.
Según la tradición
local, antes de la fundación de la aldea, ya existía un baobab con un agujero
en el que se guarecían los búhos. Cuando no podían cazar animales más sabrosos,
los cazadores venían hasta allí para cazar búhos. De esta manera, para no
volver de vacío al hogar, al menos aportaban algo al plato familiar. En un
momento determinado, un cazado, acuciado por la hambruna venía con tanta
frecuencia hasta el baobab que decidió quedarse allí y fundar la aldea. Es
decir, que la aldea se fundó para dar de comer a los niños.
Ahora los niños son 210
que irán a la nueva escuela dispondrán de unos medios modestos pero adecuados
para ejercer su derecho al aprendizaje. A comparar, también en las imágenes de
nuestro álbum
fotográfico, con las miserables instalaciones que han usado hasta ahora.
Éste nuevo proyecto de
la Fundación Polaris World, conformado por tres aulas, tres letrinas y un
despacho del director, que al mismo tiempo hace las veces de almacén para
guardar y conservar el valioso, por escaso y caro, material escolar del que
disponen, ha costado en torno a los 35.000 euros. Este tipo de proyecto, la
Fundación Polaris World lo ha desarrollado como una especie de modelo, habiendo
completado, en la región, una docena de equipamientos similares. El más
parecido, construcción en adobe, es la Escuela de Patin, realizada por la
Fundación Polaris en 2011.
La mejora de las
instalaciones, obviamente, mejorará la calidad de la enseñanza escolar y
permitirá que los maestros lleven a cabo sus tareas en condiciones
incomparablemente mejores. Al mismo tiempo, con la mejora de las instalaciones,
aumentará la escolarización de la aldea y otras de alrededor. En Adounokambé viven
en armonía cristianos, musulmanes y animistas (religión tradicional). La mayor
parte de la población vive de agricultura de subsistencia (etnia dogón), si
bien, hay una minoría de pastores trashumantes (etnia peulh).
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