Cuando leemos la prensa
deportiva o escuchamos las narraciones de los partidos de fútbol, existe una
cierta tendencia a confundir los nombres de algunos futbolistas africanos,
especialmente los de Mali, porque los apellidos se repiten, Diarrá, Kanouté y
otros que nos parecen idénticos (podrían decir ellos lo mismo, con López y García,
disculpas a todos los López y García que lean este texto) con lo que a veces no
sabemos bien si hablamos del Diarra de tal equipo o Diarra del de más allá. Más
difícil lo tendríamos en Golombo, una pedanía de Dourou, en el corazón de la
meseta dogón maliense: todos los habitantes, los 800, llevan el mismo apellido
Nantoumé. Que en la lengua nativa significa “el sol ha amanecido”.
El pueblo de Golombo, y sus
800 Nantoumé, se asientan sobre una zona llena de rocas, con una vegetación muy
escasa. El termómetro anunciaba 48º, durante la última visita de Abel, el amigo
y colaborador de la Fundación, para estudiar con los lugareños el emplazamiento
del futuro Centro de Salud Comunitario que, una vez construido, dará servicio a
Golombo y ocho aldeas adyacentes. Llegar al pueblo es toda una odisea. No
digamos salir de él, sobre todo cuando se está enfermo y, peor aún, en caso de
emergencia. El centro más cercano está en Dourou a 19 km ; Bandiagara está a 22 km , pero hace falta más de
una hora y media para llegar en ambulancia (a través de una pista que si se
califica de infernal, no se queda uno corto). Incluso para vehículos 4x4. En
caso de emergencia, los habitantes llaman a una ambulancia, pero entre la ida y
la vuelta, pueden pasar 5 horas.
Golombo que significa el pueblo
está cerca de un brazo del río (el río ahora no existe, o se trata de una
metáfora local o existió hace decenios, en cualquier caso, los viejos no se
acuerdan del cauce con agua); en dogón, el río se dice GOLO, y OMBO significa
paz, unión. Entonces es un pueblo que vive en paz… cerca de un brazo de río
(inexistente, como se acaba de decir). Lo de la paz, salvo conflictos menores,
sí que es cierto.
Como los demás pueblos del partido
judicial de Bandiagara, el municipio de Dourou está localizado en pleno corazón
de la meseta dogon, es decir en una zona áspera y rocosa. El suelo arenoso es
muy pobre debido a la sobrexplotación y a la fuerte erosión hídrica. La pluviometría media anual durante los 5 últimos
años ha sido de 200-350 mm .
La vegetación, antes abundante, ha disminuido mucho debido al crecimiento
demográfico y la multiplicación de parcelas de cultivos secos. Los ríos son
temporales; solamente alimentados por las lluvias, no llegan a satisfacer las
necesidades de la población.
La
economía del pueblo, de mera supervivencia, se basa principalmente en la
agricultura a pesar de la estrechez de la superficie cultivable (alrededor del
37%); se cultivan el mijo, el sorgo, el arroz y el cacahuete. La horticultura
está bastante bien desarrollada gracias a varios embalses realizados; la
producción cuenta con la cebolla, el tomate, la guindilla, la lechuga… La
ganadería ocupa el segundo puesto después de la agricultura: ganadería caprina,
ovina, bovina y aves. El pequeño comercio se basa esencialmente en la venta de
los productos de l agricultura y de la horticultura. La red de transporte
representa un hándicap serio para el desarrollo socioeconómico del municipio,
pues la mayoría de las pistas se quedan impracticables durante la temporada de
lluvias.
En
este contexto económico y social, donde la lucha por la supervivencia es una
batalla cotidiana, la mayoría de las veces en condiciones climatológicas
extremas, la Fundación Polaris World acepto la petición del municipio,
realizada por su alcalde, el señor Bureima Sagara, al que pertenece la aldea de
Golombo, para construir un centro de salud comunitario, similar a los ya
construidos en la zona: dos edificios separados, uno para maternidad, otro para
consultorio, más algunas dependencias para farmacia, administración y almacén.
Con la construcción –las paredes ya han comenzado a elevarse- del Centro de Salud Comunitario de Golombo se
mejorarán, notablemente, las condiciones
sanitarias de la población de Golombo y alrededores, reduciendo de forma
considerable la mortalidad infantil y maternal, mejorando las condiciones de
higiene de las poblaciones, además de aumentar las consultas prenatales y
neonatales e incrementar la tasa de declaraciones de nacimientos y defunciones.
La financiación de la
Fundación, cifrada en 37.700 euros, los habitantes han aportado 2.300 euros,
estaba sujeta a la creación de un comité de gestión y el personal sanitario
tendrá un salario de las prestaciones ofrecidas. Se espera que las obras
finalicen en un par de meses.
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