En este proyecto, presentado
a la Fundación Polaris World en 2004, se apuntaba que el colegio no tenía la
infraestructura sanitaria básica. Los niños hacían sus necesidades en la selva
limítrofe con los riesgos sanitarios e higiénicos que eso comportaba. Hasta ese
momento, el proyecto estaba a la espera de disponer de agua. Gracias al apoyo
de la ONG Bis, se acercó el agua a las instalaciones y se dispusieron de las
canalizaciones apropiadas para el desagüe. Por ello se proponía la construcción de 8 WC para niñas, así como otros 8WC para los niños, además de urinarios y
tres lavabos en cada una de las secciones.
En el momento de la
solicitud, la escuela de Sabin Akrofrom disponía de 12 aulas de Primaria, 3 de
Infantil y se acababan de terminar 6 para Secundaria, gracias al apoyo de SED
Marista, la ONG con la que la Fundación Polaris World iba a colaborar en la
construcción de los servicios. La escuela está situada en el poblado de Sabin
Akrofrom, en plena selva, a unos 16 kilómetros de Kumasi, una ciudad que es la
cabeza del distrito. Daba servicio a 19 aldeas similares a Sabin Akrofrom,
donde los habitantes vivían en completa pobreza, sobreviviendo, por lo general,
con una comida al día, siendo los únicos recursos pequeñas plantaciones de
plantas locales como el yam, cassava
y algunos frutales.
El espacio destinado a los
servicios se encontraba en un terreno relativamente llano del bloque de
primaria (la Escuela Marista llevaba cinco años en funcionamiento, siendo 2004
el primer año donde se había podido pagar a los profesores sin ayuda externa),
aunque se preveía hacer una modesta escalera para permitir un acceso más cómodo
a los alumnos.
Primero se construyó la fosa
séptica, dividida en tres compartimientos con una filtración progresiva, antes
de pasar a construir el edificio con los váteres. El edificio, muy sencillo se
construyó sin complicaciones y tal como estaba previsto se le dotó de material
de tipo occidental. Para que pudiera ser usado también de noche, desde el
edificio cercano se hizo un tendido eléctrico y se instalaron unos cuantos
fluorescentes.
Para mejorar la higiene, se
pusieron baldosas antideslizantes, así como un modesto alicatado, a fin de que
las condiciones higiénicas fueran lo más adecuadas posibles. El edificio quedó
completamente finalizado y listo para su utilización, un bloque sólido y bien
construido que respondía a las necesidades apuntadas en la solicitud inicial.
El proyecto que fue apoyado
por la Fundación Polaris World con una aportación de 13.801 euros fue puesto en
marcha con unas cuantas clases de formación para su uso dado que los niños no
disponen de este tipo de instalaciones en sus aldeas y no sabían, inicialmente,
cómo usarlos. El equipo de limpieza de la escuela, compuesto por cuatro
señoras, se encargó de la limpieza diaria de las instalaciones.
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AÑO: 2004
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FINANCIACIÓN FUNDACIÓN: 13.801 euros
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BENEFICIARIOS: 400 alumnos por año (en 2005)
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En 2014, la Fundación Polaris World
cumple 10 años. Con tal motivo, hemos iniciado una serie histórica con los 106
proyectos llevados a cabo
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