Este
proyecto fue puesto en marcha con la ONG “AVD DELTA” y en él colaboraban,
además de Manos Unidas, el socio local denominado Association des Volontaires pour le Développement du
Delta du Niger. Tenía como objetivo proporcionar agua de riego para los
arrozales de una par de aldeas situadas, al otro lado del río, en las cercanías
de Mopti (centro de Mali); asimismo incluía la formación de cuatro jóvenes en
la tarea de mantener las motobombas. Por la parte en la que más concernida estaba
la Fundación Polaris World –era el proyecto número 7 y el segundo en Mali,
durante el primer año de la Fundación- se centraba en la compra de 2 motobombas de gran potencia para extraer el agua del Níger, dado que la ribera tenía una
gran altitud y los terrenos a irrigar eran muy amplios. Para el proyecto, la
Fundación Polaris World aportó 35.940 euros.
El
proyecto tenía el carácter de piloto a fin de probar si existía una solución
sólida y duradera a un problema de gestión del agua muy complejo, donde se
mezclaban intereses políticos, comarcales e incluso religiosos. Las aldeas en
las que se quería realizar la prueba, llamadas Koubi y Komio, estaban situadas
en los aledaños o sobre la ribera del caudaloso Níger. Es decir, que el
problema no era la falta de agua, sino extraerlo, siendo la única forma de
hacerlo mediante poderososas motobombas, cuyo coste resultaba prohibitivo para
los lugareños.
El
segundo problema y, no menos importante, era el mantenimiento de las motobombas
que requerían mecánicos especializados, habiéndose dado el caso en los meses
precedentes, de que al norte de la zona del Lago Debo (el norte de Mopti), un
gran número de motobombas averiadas (entre el 30 y 50 %) habían impedido (o
retrasaron) el comienzo de numerosas campañas de riego (julio de 2004) sobre
más del 40 % de las zonas de cultivo existentes.
En
muchas aldeas algunas motobombas llevaban funcionando desde hacía más de 5 años,
gastadas u objeto de revisiones complicadas o de varias reparaciones difíciles
que conllevaban gastos importantes, sin garantía duradera. Gran parte de las
asociaciones de arroceros que compartían el uso de una motobomba habían gastado
la totalidad de sus reservas financieras para intentar remediar estas averías y
no tenáin fondos suficientes para afrontar a la vez la renovación de sus
motobombas y empezar nuevas campañas de cultivo de arroz. A veces ni para pagar
el gasoil necesario para arrancarlas.
El
embrollo se complicaba, según afirmaba Roman Imboden, el responsable suizo del
proyecto, además de por la falta de liquidez, por la carencia de mecánicos
debidamente formados. Incluso existían sospechas de que en ocasiones los
propios mecánicos no reparaban los sistemas adecuadamente, incluso propiciaban
su rotura, para que se les llamara de nuevo. Mientras que por otro lado, a
veces, los mecánicos no cobraban sus salarios en tiempo y forma, si es que
llegaban a cobrarlos.
El
propósito de la ONG AVD Delta era que en el taller que estaba en funcionamiento
se formaran adecuadamente los mecánicos, apoyándose en los alumnos de formación
profesional de los salesianos de Bamako, en la capital, ya que no pocos eran de
la zona. La formación de los mecánicos, se comenzó con dos, se complementaba
con la búsqueda de acuerdos con las cooperativas de arroceros de las aldeas, de
forma que entre los mecánicos y los propios agricultores se creara un clima de
confianza y responsabilidad para que ambas partes se sintieran implicados en la
responsabilidad del mantenimiento de las motobombas. El punto final, si todo
salía bien, era confiarle la motobomba a un
mecánico (prestatario contratado) residente en el pueblo afectado, pagado por
los agricultores. Ésto aseguraba el abastecimiento de agua para toda la zona de
cultivo, de forma que los arroceros podían entonces dedicarse íntegramente a la
agricultura.
Por otro
lado, el taller de la ONG en Mopti podía prestar servicio técnico a los
prestatarios del servicio (los mecánicos formados previamente) en los casos
donde las piezas –se planteaban incluso la adaptación de las motobombas,
incluso fabricación, a las duras condiciones climáticas de la zona- tuvieran
que ser renovadas completamente.
En el año
2009, durante una entrevista de miembros de la Fundación con Roman Imboden,
quien seguía trabajando en el proyecto y gestionando el taller de reparación y
recambios en Mopti, éste manifestó su gran frustración porque el proyecto, muy
complejo en la organización y gestión del mismo, aunque había funcionado
relativamente bien al principio, no pudo ser implantado en su totalidad, o al
menos no llegó a realizarse tal como estaba previsto.
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- AÑO: 2004
- FINANCIACIÓN
FUNDACIÓN: 35.940 euros
- BENEFICIARIOS: Habitantes
de las dos aldeas, número desconocido (en 2005)
- ÁLBUM: Imágenes
- DOCUMENTOS: Boletín
Manos Unidas (página 6)
- LOCALIZACIÓN: Koubi
y Komio (Mali)
- OTROS
ENLACES: El Níger en Mopti
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En 2014, la
Fundación Polaris World cumple 10 años. Con tal motivo, hemos iniciado una
serie histórica con los 106 proyectos llevados a cabo
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