Alumnos practicando deporte (Imagen: RSM) |
Mamadou, Ousmane, Dramme, Kalifa Emma, Abdoul Karim,
Fidele, Alassane y Jean son los nombres propios que, hasta un total de 32
alumnos, han recibido para este curso escolar el apoyo financiero de la
Fundación Polaris World en cuanto estudiantes del Centro de Formación Profesional Père Michel, regido por los salesianos en Bamako, la capital de
Mali.
Aunque la Fundación Polaris ha otorgado estas becas
durante los últimos años por valor de 3.000 euros, dadas las especiales circunstancias
que vive el país, con especial incidencia entre los jóvenes (algunos de ellos
han preferido abandonar sus estudios y alistarse en las milicias populares) y
las enormes dificultades que están encontrando para continuar sus estudios, de
forma excepcional, el Patronato de la Fundación decidió elevar este año su
aportación hasta los 6.000 euros.
Las becas se han repartido entre los alumnos de forma
diferente, dependiendo de sus circunstancias particulares, para atender a
gastos de escolaridad, alojamiento, alimentación, transporte y otros. Según el
P. Felipe Aparicio, administrador del colegio “este año nos hemos visto desbordados por los que vienen con
lo puesto o que deberían retirarse porque no tendrían ni comida ni para pagar
el alojamiento (en el internado) o una otra casa para dormir, hay otros que
debemos darles algo para que puedan venir y volver a casa que no está cerca,
para otros les hemos tenido que comprar cuadernos y bolis para que puedan
asistir a clase, mientras que para otros hemos adquirido zapatos y jerseys para el fresco, en invierno,
las temperaturas no son tan altas”.
Como la modesta aportación de la Fundación Polaris no
ha sido suficiente, los salesianos han aportado otros 3.000 euros para alcanzar
los, aproximadamente, 9.000 euros que han sido necesarios para financiar las
becas de los 32 alumnos seleccionados, atendiendo también, como es natural, a
su aplicación académica. La beca, de alguna manera, representa una compensación
para los más necesitados que, además, son buenos estudiantes.
El Centre Père Michel posee una larga tradición
académica en la ciudad y es muy conocido en todo el país dado que muchos
estudiantes, una vez finalizada la formación profesional, regresan a sus
lugares de origen. No es raro, por ejemplo, encontrarse en Bandiagara, a unos 800 kilómetros , con
un mecánico de coches que agradecido por la formación recibida repare, de
manera gratuita, el pinchazo del “jeep” del Centre Père Michel en desplazamiento
por la zona.
Alumnos realizando prácticas agrarias (Imagen: FSM) |
Otros dos organismos españoles, Amigos de Mali y Red Integral Solidaria apoyan a los estudiantes con diferentes aportaciones económicas, o
como es el caso de la sevillana Red Solidaria mediante la instalación de una
flamante sala de informática. Los más de cuatrocientos alumnos realizan
estudios de mecánica, electricidad, soldadura
y agricultura. Precisamente para la formación de los estudiantes en técnicas
agrarias el Ayuntamiento de Cartagena cedió el año pasado un tractor usado para
rastrillar las playas de La Manga que ahora es usado para las prácticas de
algunos de los alumnos becados en la granja de Moribabogou, situada a unos 30 kilómetros de
Bamako.
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