Cien euros por alumno al año
pueden parecer una cantidad nimia, pero para los veinte alumnos del Centro de
Formación Profesional de Thies, en Senegal, regido por los salesianos de esta
ciudad, la tercera del país, con 275.000 habitantes, señala la línea divisoria
entre el todo y la nada, entre poder continuar sus estudios o abandonarlos por
completo.
Los 2.000 euros que la Fundación Polaris World ha donado para becar a
esos veinte estudiantes son continuación de las becas que se han otorgado
durante los últimos 6 años, si bien en cantidades ligeramente superiores, 3.000
euros. La cifra se ha reducido este año dados los escasos recursos con los que
actualmente cuenta la Fundación.
Los 20 estudiantes: Israel
Coly, Aimée Manga, Agustín Mbaye, Adema Dioné, Mamadou Danko, Mami Diop, Mbacké Mbaye, Etienne Ndiolene, Antonie Mbaye, Jean David Badji, Bernardette Faye,
Gabriel Mbeuge, Blaise Mgom, Serigne Fallou, Ndèye Adame Jo, Djiké Diouf, Yasaryi
Diallo, Nogaye Ndiaye, Medoune Gueye, Marcel Caen Tiné siguen dos líneas de
formación profesional. Una parte de entre ellos estudian para obtener el
Certificado de Capacitación Profesional en la rama de electricidad.
Esta
formación dura tres años y los estudiantes son capacitados para realizar
instalaciones eléctricas en la industria o en la construcción, además de poder
emplearse en reparaciones y mantenimiento. La otra parte de los alumnos becados
se está especializando en mecánica general, principalmente rectificación de
piezas de motor, fresadoras y soldadura. Siete de los veinte alumnos son
muchachas.
Las bolsas de estudios servirán para cofinanciar la escolaridad de los
veinte alumnos y en una media docena de casos la modesta donación se usará para
la compra de material escolar para los alumnos más necesitados. En cualquier
caso, puesto que el total de la escolaridad anual se eleva a 260 euros, algo
menos para los de la rama de mecánica, serán los propios alumnos quienes se las
tendrán que agenciar para recabar el resto de los fondos necesarios para
completar los pagos correspondientes.
Los alumnos son plenamente conscientes que los estudios de formación
profesional les abren las puertas del mundo laboral en el propio país, evitando
la emigración a Europa, en un mercado muy competitivo puesto que el país, aún siendo
uno de los más estables y democráticos de la zona, posee una franja de población
joven extremadamente alta. En la región de Thies, situada 70 kilómetros al este
de Dakar, la principal industria son las minas de fosfatos y otras pequeñas
industrias de carácter local.
El Centro de Formación Profesional Don Bosco de Thies, cuyo lema es “Promover
la cultura de la vida e instruir para construir el país”, aparte de las ramas
de mecánica general y electricidad, también ofrece cursos de carpintería
metálica e informática.
Según las reglas habituales de la Fundación para este tipo de financiación,
también se otorgan becas a estudiantes de formación profesional en Mali, los estudiantes deben estar perfectamente identificados, incluida foto, con nombres
y apellidos, la asignación monetaria asignada con un objetivo específico y al
final del curso los gestores de las becas, en este caso Theodor Rolle, director
del Centro, debe informar de las notas obtenidas y los objetivos cumplidos por
todos y cada uno de los becados. La mayoría de los alumnos están entre los 16 y
los 19 años.
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