Equipo de Red Integral Solidaria en Mali (2010) |
“El verdadero progreso es el que pone
la tecnología al alcance de todos”,
afirmaba Henry Ford que tan bien versado estaba en ambos aspectos. Red Integral Solidaria, la ONG sevillana, cuyo nombre, son profesionales de la informática,
no podía haber sido mejor escogido, han decidido llevar a la práctica tal
afirmación. Desde hace varios años han ejecutado varios proyectos en el norte
de África y, últimamente, en Mali. Aprovechando sus desempeños profesionales y
numerosos contactos con empresas del sector recuperan material en condiciones
aceptables de uso, que ellos mismos ponen en perfecto estado de revista para
ser usado, como si de nuevo se tratara, en escuelas de formación profesional
africanas.
La
disponibilidad de este material es, como resulta fácil suponer, todo un lujo
para alumnos que ya de por sí tienen dificultades de escolarización, cuanto más
para adquirir ordenadores o material similar. Si faltaba la guinda en la tarta
de esta cooperación al desarrollo, que podríamos calificar como de un nivel más
sofisticado, el grupo de amigos, pues básicamente la ONG está conformada por un
pequeño grupo de conocidos del Aljarafe sevillano, la ponen con el soporte
informático que ofrecen desde la misma ciudad de la Giralda, a miles de
kilómetros de donde se han instalado los equipos. Esta red de solidaridad
–nunca mejor dicho, en el sentido metafórico y literal- complementaria resulta
esencial pues de otra manera, entre virus, manipulaciones poco adecuadas y
desactualización del “software” se corre el peligro de que a los pocos meses,
incluso semanas, de su instalación los equipos resulten inservibles.
Bandiagara
es la capital del « país Dogón” en Mali, localizada en un altiplano rocoso
cuya capita administrativa es Mopti, muy conocida por los turistas debido a su
cercanía al impresionante acantilado del mismo nombre. La población, unos 30.000 habitantes está
constituida, como ocurre en el resto del país, por jóvenes, en la zona mayormente
de las etnias dogón y peul (pastores trashumantes). La formación de estos
jóvenes, el grado de escolarización es relativamente algo, es impartida en un
instituto público, una escuela pública, tres privadas. Además se está
construyendo un centro de formación profesional.
El acceso a los medios
informáticos es prácticamente inexistente, salvo por una pequeña sala de
ordenadores montada en la parroquia católica, gracias a los esfuerzos del cura,
Pascal Kapilimba, quien se las ha apañado, mal que bien, para acarrear desde
Europa una decena de ordenadores, como se suele decir, “cada uno de su padre y
de su madre”. Dado que constituye la única sala de formación para los
muchachos, el sobreuso y dificultades para actualizar el “software” está
haciendo que los equipos funcionen, cuando funcionan, cada vez peor. Pese a
todo, el responsable del centro, Jacques Guindo, se las arregla para impartir
cursos a los que los chicos ávidos, asisten asiduamente.
Aquí
entra en escena la Fundación Polaris World, en esta ocasión como mera intermediaria
para hacerse cargo del transporte (el envío de un contenedor de 20 piés puede costar unos 5.000 euros y más de un rompecabezas burocrático) desde España y gestionar, con el párroco, que
los amigos de Red Solidaria Integral puedan instalar los equipos en las mejores
condiciones posibles. Para ello, desde la Fundación se está gestionando el
transporte, junto con material diverso que en las próximas semanas se prevé
enviar a Bamako, la capital maliense y, desde allí, hacia el norte, a
Bandiagara, situada a 700
kilómetros . No obstante, el envío del material se puede
demorar pues la situación política en el país subsahariano es muy inestable, se
habla de una inminente intervención militar, con lo que el material se enviará
cuando haya una cierta garantía de que llegará sano y salvo a su destino. De
hecho, Bandiagara está situada en lo que se podría denominar “frontera” con la
parte del desierto ocupada por los extremistas islámicos.
Si
todo va bien, en unas semanas la parroquia de Bandiagara, el compromiso es que
el centro esté abierto a los muchachos de la ciudad, sean o no católicos,
dispondrá de 22 ordenadores, más los 10 que ya posee en la actualidad. De esta
forma, algunas de las clases en las que participan entre 60 y 80 alumnos
resultarán más fáciles de impartir. Si la disponibilidad económica lo permite,
se instalará, asimismo, un proyector para facilitar la impartición de la
enseñanza a tan gran número de alumnos al mismo tiempo.
Los
beneficiarios del proyecto serán los jóvenes de la escuela privada, los de las
dos escuelas públicas de la ciudad y los adultos que manifiestan un interés en
aprender la informática. De esta forma, gracias al esfuerzo y conocimientos
técnicos de Red Solidaria Integral, con el modesto apoyo logístico de la
Fundación Polaris World, se pondrá al alcance de la juventud bandiagarense las herramientas informáticas dignas
para que se abran al mundo de la tecnología, todavía « incognita
terra » para muchos de ellos. El objetivo es conseguir que parte de los
alumnos que reciban la formación académica puedan usarla después para sus
pequeños negocios, ya que estos conocimientos constituirán un valor añadido
para gestionarlos.
La
viabilidad del proyecto esta garantizada por el gran numero de jóvenes que
quieren aprender. Como todo aprendizaje pide un esfuerzo, a los beneficiarios
de la formación se les pedirá una pequeña aportación monetaria con el objetivo
de asumir el mantenimiento del material informático y el salario de los
formadores. La parroquia –cuya credibilidad en materia de gestión esta mas que confirmada-
se encargará de la gestión de la sala. Sala que dado el interés que los propios
jóvenes ponen en ella para su mantenimiento y limpieza, no tiene nada que
envidiar a cualquiera de las existentes en Europa para fines similares.Salvo que la obsolescencia de los equipos y el mantenimiento de los mismos no es el ideal.
Desde
las riberas del Guadalquivir, Antonio Gil y su equipo de expertos informáticos
de Red Solidaria Integral, se encargarán que los equipos funcionen
correctamente para que los chavales de Bandiagara tengan una oportunidad
profesional única porque como decía el genial fabricante del Ford T, el
verdadero progreso es poner la tecnología al alcance de todos. Especialmente de
aquellos que, de otro modo, jamás tendrían acceso a la misma.
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